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Estamos hinchados las pelotas de Riquelme desde que fue a gritarle el gol a un pibe de la tribuna, gil de lechería.
Por otro lado, el Román bueno es
Pamperito Román, diamante en bruto importado del Oeste pampeano por el (grosso/chapita/visionario/charlatán, tache lo que no corresponda) Dante Jacobi; Miguel Román, ex jugador albo e integrante de la pequeña lista de jugadores a los que All Boys le echó el ojo después de jugar en Santa Rosa.
Bueno total que hoy cuando escuchábamos la radio en la pileta pelopincho tomando mate con la yerba Cormillot Silueta (todos estamos cuidándonos en la familia, creo que sería de gran ayuda para W. N.) y oímos que Román entraba nos fuimos con Papi y Pumba en el Torino azul a la cancha de All Boys.
Acotación histórica:
el pibe Román estuvo, creo yo, más de un año y medio sin jugar. Se lesionó, volvió, se lesionó, etc. Hasta el año pasado creíamos que era un ex jugador. Por eso nos sorprendió verlo ayer, cuando salimos a caminar en la laguna (estamos cuidándonos) y nos encontramos con los jugadores de All Boys, que estaban orando en la misa evangelista que dan frente al mirador donde antes se encontraba el señor chorro. Le prometí que íbamos a ir, pero bueno, después no fuimos nada, porque Pumba estuvo muy engripado y si tomaba frío en la Spinetto le iba a hacer mal.
Pero bueno, en eso oímos que entraba Román, y fuimos. Nosotros somos albos, pero en bien del fútbol de la Liga, por una cuestión de autoestima, no estaría mal que los dos equipos pasaran un par de rondas, ponele.
Por un rato pensamos que no había sido buena idea. Cuando llegamos el partido estaba cortado. Tiraron un corner y el partido se paró por diez minutos. Luego la sacan al lateral, cinco minutos discutiendo. Después la sacaron para afuera, y entró la ambulancia (!), que no se iba más. "¡Que nos devuelvan la entrada, ladrones! ¡Yo pagué por noventa minutos de fútbol!" decía Tío, hasta que yo le hice acordar que entramos cuando la boletería estaba levantada, así que no pagamos. Igual, me dijo, nos tendrían que compensar por esta tortura.
Al lado nuestro, un veterano hincha de All Boys le gritaba al del GEO que pasaba con una Itaka al lado del alambrado. "Agente, aquel espectador lo está insultando, retírelo" -decía el viejo, a punto de morirse, mientras aprovechaba para hacerle señas sobre el largo de su pene al tipo en cuestión, un gordo de Tiro Federal que al mismo tiempo lo acusaba -al viejo- de tener el culo abierto y de estar a punto de morirse (dos acusaciones, por cierto, no incompatibles entre sí). Todo esto es verídico, y glorioso. Fútbol en estado puro.
El partido era inmirable, estuvimos la media hora final y vimos cinco minutos de juego neto. No es joda: cinco minutos posta. En descargo de olbói hay que decir que Tiro Federal de Bahía es un equipo verdaderamente horrible, estética y moralmente.
Me adelanto para poner acá un comentario con la escena de posdata pero que sirve para contar otro poco del partido detrás del alambrado. Había mucha gente, pero poca fe. Ni bien pitó el árbitro el final todos en el público rajaron inmediatamente. Tanto fue así que los jugadores arrancaron para ir a saludar a lo que durante el partído había sido su hinchada, pero cuando llegaron al círculo central hinchada
no-ta-más. Ni habían pasado 20 segundos- y se dieron cuenta de que los únicos que quedaban eran los que estaban desanudando las banderas, así que bueno, levantaron los brazos desde la mitad de la cancha, para no hacer el papelón de saludar a la nada. El público se evaporó, como hielo seco. Como será cuando pierdan.
Bueno,
no voy a hacer crónica de un partido que no vi, nunca lo hicimos ni lo volveremos a hacer. Lo que quería contarles es que en una de las dos (2) jugadas que vimos tapón abrioó para la derecha, volvió centro y Román, que se cruzó en diagonal por detrás de un defensor para aparecer por el otro lado, primereó y la metió. Papi lloraba, acordándose de los goles de Román con la camiseta del albo.
Según el tío Pumba, Román arranca la jugada un metro adelantado, y como la pelota del centro (a rastrón) va en comba, parece que fuera centro atrás, pero no es. Bueno, me lo explicó con un powerpoint por qué era orsái pero yo muy bien no lo entendí. Igual nos pusimos todos muy, muy contentos por Román, que demuestra que hay que tener fe, confianza, convicción (talento, además) y actitud santa rosa, aunque tenga otra camiseta.
Un grande Román, ninguneado crack del fútbol pampeano, y felices nosotros por el hoy, el día de su regreso con gloria gaynor.