21 agosto 2014

Vamos Santa Rosa


Milton va a decir dos o tres cositas sobre el partido del domingo, el superclásico, que tal vez sea el último partido importante del año, así que es un buen punto para pensar desde ahí la campaña y pedir disculpas por no escribir seguido. Seguimos casi todos los partidos, en una temporada irregular que tuvo dos quiebres: el partido que perdimos en Belgrano en la primera rueda, que se jugó de noche, y el partido que perdimos con Guardia antes del mundial.

En verdad: jugamos muchos partidos bastante mal, pero jugamos EXCELENTE en el clásico en nuestra cancha. Y eso muestra que hay futuro.

Incluso porque había bastante gente del club, para como venía la mano.

Nos metieron dos goles que fueron un poco de culo, incluso el primero, muy bien pensado por Saffeni, pero de esos tiros sale bien uno de cada treinta.

A partir de ahí nuestro equipo, con sus limitaciones, fue dominando cada vez más y llegó al empate. Y los primeros diez minutos del segundo tiempo fueron imponentes. Claro que no metimos, se nos pusieron arriba con un puntazo de casualidad, y todo cambió.

Pero igual el equipo siguió conectado y activo y pudo llegar al empate una, dos y tres veces. Y hubo voluntad y potencia hasta el último minuto, en una jugada rarísima, pelotazo abierto que pica y deja a Massolo solo y esta vez, sí, engancha y es gol, y es empate.

Es la alegría de los pobres, y es un orgullo que nos hayamos tomado todo esto tan en serio cuando hubiera sido fácil dejarse llevar por el enojo y la frustración.

ACA NO NOS VAN A GANAR MAS, decía Tío Pumba, mientras se tiraba una Pepsi ya tibia en la cabeza para festejar.

En fin. Es para el albo un torneo de recontra transición en el que hubo el recambio de jugadores más grande que Milton recuerda desde que nació. No estaban dadas las condiciones para pensar en una clasificación al Provincial. Nos gustaría pensar que en los últimos partidos (en Anguil no se jugó mal) y sobre todo en el clásico se encontró un camino, y podemos pensar en algo más para reconstruirnos.

La otra cosa que hay que pensar es en el futuro del club a otro nivel. En nueve años estará el albo festejando su centenario. ¿En donde estaremos en 2023? ¿Seguiremos siendo un club de solo fútbol? ¿Hay un plan en el que seamos otra cosa que esto, un ciclo de ilusión y desencanto? Tal vez vengan muchos meses para pensarlo. Sin intentar locuras para las que no estamos preparados, hay que ir de a poco y pensar en qué va a ser de nuestra cancha, de nuestras vidas. Podemos pensar en un objetivo alcanzable, y pendiente, que sería un Provincial. ¿No nos convendría pensar en algún otro objetivo?

En fin, volvamos acá y ahora.

Sin hacer nombres propios, porque lo que importa es el equipo, no queremos irnos sin dejar de reconocer a los chicos que entrenaron, todo o parte del año, a los que jugaron y a los que no, a los que vinieron y a los que se fueron. Todos ellos estarán en nuestros corazones.

Quedan dos partidos, que no vendría mal ganar.

Abrazos.

Milton

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