(1) De los padres y de los hijos

Olor a muchos recuerdos cuando un cielo gris nos recibe en el Mateo, para el comienzo de otra nueva temporada en la que tenemos muchas ilusiones, y estamos los tres juntos firme en la popular Montigni, Milton, Tío Pumba y Papá de Milton. "Yo veo como un partido de muchos goles", dice, y acertará Papá de Milton. Pero vinimos a ver al albo, y cuando el local sale a la cancha, aparece algo así como Ferro de Pico.

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Casi una tradición, una vez al menos por año Independiente nos ortea. Esta vez jugaron bien, Cocco y Barcar rapidísimos, hacen de pronto flash, y nos dejan dos defensores sentados con el culo en el piso. Así vinieron los tres goles del primer tiempo. No era nuestro día atrás, y tampoco fue nuestro día adelante, el equipo nuestro hace bien la transición y pone sin problemas la pelota en los últimos 25 metros, pero le falta definición.

Nos hicieron un gol, y después empatamos: gran centro de Zabala (discontinuo e intermitente ayer) para que una despreocupada defensa de Doblas le deje la pelota a Baldissoni para meter el primer gol nuestro del campeonato, de cara a la tribuna. Pero al rato vino otro gol, y al final del tiempo otro más, todos en el arco de la calle Civit.

Faltó algo de velocidad en la defensa, pero también más actitud de ir a molestar al jugador rival en la recepción. Se los dejó recibir muy tranquilos, y con pelota dominada para ellos es otro precio. Además Milton piensa que otro gran problema fue la falta de vocación para seguir jugadas, muchas pelotas se dan por perdidas antes de tiempo, y ese es un punto CLAVE que vamos a tener que corregir si queremos sacar más de diez puntos en el campeonato. El cuarto gol se lo regalamos casi así, distraídos pensando en el humo de un chorizo mientras pateaban un corner.

Los goles de Doblas llegaron en los peores momentos y nos golpearon duro, sobre todo el 3 - 1 del primer tiempo. El segundo se dividió en dos mitades: hasta meter el cuarto ellos jugaron demasiado bien y nosotros no teníamos respuesta más allá de algún centro. Después del gol, ya con Abrigo y Wily Nicollier adentro (milton piensa que ambos tienen que ser del once inicial) el equipo armó algo parecido a un juego que complique al rival, tuvimos muchas chances. Una de esas fue el segundo gol, de Segurado.

Lo podemos maquillar quedándonos con esos momentos del final, decir que jugamos bien ahí, que hay volumen de juego albo, que nos erramos muchos goles, pero es mejor que no nos mintamos. Todo eso pasó cuando estábamos con uno más después de la expulsión de Santa María, y cuando el partido se había ya clausurado por la ventaja estirada. Mientras el partido fue partido, Doblas jugó bien o muy bien, nosotros mal, y eso es lo que pasó, agua y ajo.

Así es la historia, mal comienzo nuestro y se reclaman URGENTE dadores de sangre para ir con hinchada y jugadores atentos a jugar a Winifreda en un partido que hay que ganar SI o SI porque no podemos entrar a la tercera fecha tan descolgados.

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A favor: se jugó limpio y sin calentarse, lo único que faltaba era que encima nos quedara medio equipo afuera.

Hay que estar tranquilos y ser positivos, dice Tío Pumba. Agrega: ya el equipo irá tomando nota de sus errores, sin ir más lejos en el segundo tiempo salimos con la camiseta negra y ahí no nos fue tan mal, ese tiempo lo empatamos uno a uno al menos.

Pensando en eso, Milton repasa el partido y encuentra el error central de planteo que no hay que repetir: adiós camisetas verdes, nunca más, eh.

Hasta el domingo que viene, al Coliseo de Winifreda.

Abrazos