Dos viajes en el Torino azul de Tío Pumba, dos sensaciones distintas: un día de mierda hace una semana en Anguil y un resultado que entonces nos parecía sólo aceptable pero que empieza a funcionar mucho mejor a medida que pasa el tiempo. Piensen que antes de que Segurado metiera el agónico empate (tampoco es para tirar cuetes empatarle a Anguil) estábamos séptimos a ocho puntos del tercero y ahora estamos cuartos a cinco puntos. Y después, el domingo pasado, un día luminoso y brillante del equipo en Doblas, con todos los condimentos que tienen los partidos que jugamos con ellos.
Con Anguil jugamos mucho menos de lo que podíamos jugar, y ellos estuvieron bien. El empate fue justo y por cómo se dio el puntito nos evitó pasar una semana de mierda. Luego se venía Doblas, y nosótros pensábamos que ese partido iba a ser importante.
Después de que nos rompemos las manos aplaudiendo al equipo (va por todas las veces que llegamos tarde a la cancha este campeonato) Santa Rosa arrancará derechísimo. No se escuchan bocinazos de camión cuando Guiñazú le pega con cinco dedos y se la manda a guardar a Coria, con el partido recién empezado, y después hacemos una jugada preparada (?) a la salida de un tiro libre para dejársela servida a Baldissoni. Iban diez minutos del primer tiempo y ganábamos dos a cero, esa es la noticia buena, decía Papá de Milton. La mala es que Doblas tiene ochenta minutos para descontarnos y Jorge Heim ochenta minutos para bombearnos si fuera necesario.
En todo esto hubo un gran partido de Fabricio, de Calvente y de Domínguez, que tal vez se haya notado poco en el resumen del video, pero están haciendo muy buen juego de-fen-se como dicen en la NBA, y tenemos que decirlo porque si no fuera así Doblas hubiera transformado más avances en ataques peligrosos. "Tenemos que meterle tres ya, esto tiene que ser una goleada histórica", decía Tio Pumba entusiasmado mientras Milton pensaba en diversas alternativas para colgarse del travesaño.
Durante mucho tiempo no pasó ninguna de las dos cosas, ni tampoco los penales sospechosos que temíamos cada vez que alguien pasaba la línea del área. La gente de Doblas se apichonó un poco y el albo se acomodó al partido, lo cual también era para nosotros un riesgo. Riesgo que vimos claro cuando Gehl se escapa para dejar a Doblas a tiro y nos veíamos venir la noche. ¿Aguantará el albo?
Bien, sí señores, el albo se la bancó y no terminó pidiendo la hora sino que metimos dos tremendos crosses a la mandíbula y el rojo quedó finalmente nocaut. Las dos pepas tardías de Baldissoni le dieron un hat trick pero los de Doblas no le habilitaban la pelota para llevarse a la casa, ya les estamos mandando carta documento para reclamarle. En el medio de todo, un par de rojas que se repartieron equitativamente (Gastón Lezcano se va a perder creemos un partido, baja sensible pero manejable si hacemos un 4 4 2 mas clasico) y buen oficio del equipo para consolidar poco a poco el espacio de juego en un lugar no comprometedor.
Esto fue todo amigos, vienen aplausos y ovación pero una semana de trabajo duro porque tenemos que seguir acercándonos de a poco y jugamos contra uno que está arriba nuestro. Recuerden: la vez pasada perdimos pero el resultado fue injusto porque en el primer tiempo los cagamos a baile. En fin, podemos equivocarnos, pero nuestra idea es que Macachín, Winifreda y Anguilense hicieron una muy buena primera ronda pero les va a costar mucho la segunda. All Boys está despegado y nuestro objetivo hoy es meter Provincial, seamos realistas.
El domingo, entonces: Mateo Calderón.
Abrazos!
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