Capítulo 2: "Éxodo"

ESTOS son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto con Jacob; cada uno entró con su familia.

Cuando entra Santa Rosa llega el telón y nos acordamos de la última vez que hubo un Campos Santa Rosa en esta cancha: el día del botellazo, del gol de Coqui, del hijo de mil putas que fue a romperlo a Jesús, del partido sin final, del descuento de puntos, del final feliz de todo eso con el ascenso en la fecha libre. Y hay un grito que nos pertenece, este año: dale campeón, dale campeón.

Pero la gloria pasada, es pasada. El partido que más importa siempre es el que jugamos, ahí está todo. Qué lindo volver al Mateo, casi lo tomamos como algo natural y fueron como casi diez años que no lo tuvimos.

Mal, che. El albo arrancó bien (primeros veinte, digamos) y en un momento se fue quedando. Cuando el partido ya estaba parejo, y aburrido, tiran un centro al áre y cobran un empujón de Fer González sobre Beloqui, que pudo ser, pero no tendría que haberse cobrado. 


Con un gol abajo, todas las cuentas nos salieron mal. Medio partido el equipo, sin chispa para el contraanticipo y el toque rápido, un poco con el freno de mano puesto, un vergazo. 

Sin hacer mucho mucho, Campos se afirmó y no se desordenó nunca, pero no le vimos mucho más mérito que ese. Sin grandes respuestas individuales ni colectivas, terminamos yendo medio a los tumbos, a buscar el gol de cabeza en tiros libres cruzados desde lejos. 

Tuvimos una al final, que fue y volvió por el área chica, pero hubiera sido más casualidad que mérito que lo empatáramos, tal como se dieron las cosas.

Punto a favor: bien Mariano Pascua en el arco.

Pero hay que resolver muchos temas en muchos rubros (gran problema: cómo hacemos que la pelota llegue redonda arriba para armar juego fluido y ancho). 

Capaz que mejor nos pase eso con Campos, que no existe y todavía LTA del ascenso 2009, y no en un partido decisivo por el campeonato como le pasa a All Boys cuando pechea. Pero no nos engañemos: nos pasó, jugamos muy mal, merecimos perder y perdimos.


Hay que laburar mu chí si mo. Queda claro que el equipo está en ablande, como el Opel verde de Papá de Milton, que ahora le hicimos motor.

Nos toca fecha libre la semana que viene y la otra vamos al partido más riesgoso de la fase: contra Belgrano, de visitante. Con Toto, creemos. El partido motiva por sí solo y es la ocasión ideal para recuperar el espíritu, la actitud, la autoestima.


Todo va a salir bien.


Abrazos.


Campos de Acha 1 (penal que pateó el arquero) - Santa Rosa 0. La temperatura era de 21º C. Día soleado. 229 hinchas del albo, 111 de Acha. Nuestra reserva ganó 3 a 1.