Santa Rosa caminó un rato largo por la cornisa. Dio saltitos, pero no logró subirse arriba del techo. Tropezó, pero no se cayó. Está ahí.
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Luego de un comienzo paja, el partido se nos quiebra con la expulsión de Pepe. Un codazo de esos que siempre se tiran de caliente, cuatro o cinco por partido, y que casi nunca llegan a destino y por eso pasan sin que nadie los note. Pero Vidales Sosa no esquivó el hueso y se lo comió. Qué le vamos a hacer.
Tío Pumba, que tiene un optimismo impermeable, valorará luego la situación: "En ese primer tiempo, específicamente en esa media hora que Matienzo jugó con uno más y superviento a favor, ahí estuvo la gran oportunidad para noquearnos. Nos dejaron vivir. Tal vez el domingo que viene se arrepientan".
"Además -dice- el arquero Bótox está tan preocupado por boquear todo el partido que en algún momento se va a distraer con su discurso y se va a mandar un moco feo". Contamos con eso.
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Santa Rosa jugó un poco mejor, y un poco peor, el segundo tiempo. Se entusiasmó y ganó tiempo y distancia con el viento a favor. No tuvo chances claras claras, pero tuvo dominio del balón y del territorio. Quedó expuesto tres veces a la contra abierta, en dos nos salvó fantásticamente Vaca Urigüen y en la otra el señor de Matienzo quiso picarla y el viento la desvió. Juá.
Mucha gente corrió mucho y le puso el cuerpo a una situación compleja pero no nos cerraban los números. Gran partido del medio de Matienzo, corriendolas todas, metiendo tapones que ensuciaban las jugadas y nos imposibilitaban los traslados y las recepciones. Ahí hay algo que tenemos que resolver.
Nos sacaron nueve amarillas y Papá de Milton tenía miedo. Tarde o temprano alguien va a dar una murra sin querer y si quedamos nueve contra once estamos fritos. Pero no pasó. Seguimos ahí, en la cornisa.
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El domingo que viene, ganar por cualquier resultado equivale a pasar de ronda. Nos queda a mano. No es muy difícil, ni siquiera sería una hazaña, es más bien algo natural que iremos a buscar con tranquilidad y aplomo.
El Torneo Mayor se ganó un poco de visitante, en Abramo y en la Spinetto. Con Coqui y con camiseta blanca.
El domingo que viene, todos a Luiggi.
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Abrazos.
Santa Rosa 0 - Matienzo de Luiggi 0
El albo formó con Urigüen; Stork, Francia, Calvente y Fabricio Pérez; Lezcano, Metz y Sayago; Wagner; Abrigo y Díaz. En el ST entraron Angel González, Walter Nicollier y Mario Epinal. Había 284 hinchas de Santa Rosa y 68 hinchas de Matienzo. La temperatura era de 19 grados, pero engañaba: culpa del viento hacía mucho frío en las tribunas. Un viento huracanado que iba hacia el lado de la Ameghino, en contra nuestro en el PT, a favor en el ST. El arbitraje de César González fue inobjetable. En un partido nada fácil desde el principio, con muchas jugadas muy finitas, no cobró mal casi nunca, no cometió ningún error importante y mantuvo la calma todo el tiempo. Ríanse del pituco, pero es un árbitro que tal vez está para otro nivel.
1 comentario:
HOY BANDERASO A LAS 2 por si milton y el tio pumba qieren ir ya estan avisados
es en la puerta del mateo
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