Mientras vamos a Luiggi, calor achicharrante en el Torino Azul. Tío Pumba dice: "uy, ahora nos toca hacer el service de los 700.000 kilómetros". Milton va pensando que este equipo lo puede todo, pero a su vez, ata cabos y se da cuenta: hay fatiga de materiales. Estos pibes empezaron a entrenar el tres de enero y ahí en el calendario dice 20 de noviembre. Tuvieron vacaciones, pero cortas. Hicieron 700.000 kilómetros, y además ganaron un Gran Premio. Necesitan un service, pero no hay tiempo. Entonces vamos con lo que queda en el tanque, jugados. Como el Torino Azul, el plantel también calienta.
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Empecemos por Matienzo. Equipo plantadísimo, correcto, equipo que evidentemente nos encontró la vuelta: no le ganamos nunca de local y nos ganó las dos veces de visitante. Merecen pasar de ronda y son un gran equipo. DE paso, digamos esto: la tan menospreciada zona A se queda con dos de las cuatro finales. Nosotros nos queríamos matar cuando Vértiz nos empató de suerte en el Mateo. Y miren otros, je.
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Pero Matienzo jugó con Arredondo. Los que siguen este blog saben lo honestos y justos que somos para hablar de los árbitros, no es que decimos que siempre que perdemos es su culpa. Esta vez, sí. Como si lo hubieran conversado, en la primera pelota que entra al área un jugador de Luiggi, que recibe la pelota de espaldas al arco y está rodeado, sin pase, se tira al piso y cobra penal. Después se ocupó de cortar escandalosamente el juego, con pulso artesanal, para que ese primer tiempo, donde la tromba de viento (¡Trombetta!) era a favor nuestro tuviera un tiempo neto de juego de 20 minutos. Era casi imposible jugar, con un tipo dispuesto a echar a alguien porque le aplaudió un fallo.
Que nos hayamos aguantado eso sin armar un despelote y terminando con once es un signo de grandeza que explica, entre otras cosas, por qué este plantel llegó hasta acá.
Ah, en el momentito en que el local estuvo vacilando, a la esquina siguiente del empate: hay esta jugada. Calvente cubre la pelota, el delantero le pega un puntapié, un empujón, un codazo y la saca afuera. Eran tres foules, o lateral para el albo. Arredondo no vio ninguno de los tres y dejó que sacara Matienzo. Calvente, magullado, no podía volver a su puesto, el tipo que queda libre recibe la pelota y nos la mete.
Y si no era esa, hubiera sido alguna otra. No podemos crer como un árbitro nada más promedio de la Cultural, como César González, es mucho más juez que el trapalonero y tan promocionado Arredondo,.
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En el entretiempo Papá de Milton decía: "No estamos jugando bien, más vale. Pero aunque estuviéramos, de cada tres córners te cobra uno, y para hacerles un gol necesitán esquivar gambetear a cuatro y esquivar las patadas también porque foul en defensa el tipo no cobra".
El que decodificó ese estado de cosas fue Gaby Sayago, haciendo a los 20 minutos del segunto tiempo el que, por jugada individual, sea tal vez el gol más lindo del año. Había margencito para una hazaña, también, más vale, para que nos comiéramos una de contra, pero con Arredondo en cancha era todo muy, muy difícil.
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El gol de Gaby no fue sólo una patriada suya. El equipo, un equipo ya baqueteado por el año calendario que se sube a la mochila de cada uno de los pibes, jugó con el corazón en la mano y jugó al fútbol. Si uno lo podía ver, bien, emocionaba. Hubo amontonamientos, ocasiones. También tuvimos los sustos (dos pelotas clanck en los palos, etc.) pero fue una despedida digna, triste como todas pero sin traumas, sin cucuruchos en la frente ni venas cortadas.
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Nos piden que hablemos de All Boys. Por respeto a los niños presentes, no lo vamos a hacer. Por un momento nos reímos, por otro hasta nos da naúseas pensar en que nos hubiera pasado eso y no queremos ser crueles. Rompe la escala de boludómetros y pecheadas. A esta altura, no sabemos si cargarlos o no. Como somos buenos: no los vamos a cargar.
Pero lo de All Boys pone en contexto lo que es Vértiz, y lo difícil que es conseguir que un equipo haga lo que supuestamente debe hacer, revalidar candidaturas.
Y pone en contecto lo (mucho) más difícil es hacer lo que hizo Santa Rosa a lo largo del año: dar de sí mucho más, jugar muy arriba de lo que los sabihondos presumían.
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Este plantel está en la historia grande, grande, y pocos años van a ser tan buenos como este. Ganó el campeonato que había que ganar, en el momento más dulce. Le puso un c´riculo rojo al 5 de septiembre. Recordémolos, recordémonos: en pocos días, haremos un vistazo de la campaña, pero sepan que, mas que nunca, les damos, y nos damos, un gran abrazo.
Mientras Milton y Papá de Milton se rompen las manos aplaudiendo, mientras todos ya se van subiendo a los autos y los jugadores se van hacia su muy merecido descanso, Tío Pumba lo abraza al final a Condorito. Le dice "Vos sos Mourinho, hijo de puta". Y los dos se miran y lloran.
Y la aventura continuará.
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Santa Rosa 1 - Matienzo de Luiggi 2
El albo formó con Urigüen; Stork, Alanís, Calvente y Fabricio Pérez; Ángel Gonzáles, Lezcano, Francia y Sayago; Wagner; Abrigo y Díaz. En el ST entraron Wagner, Metz y Walter Nicollier. Había 120 hinchas de Santa Rosa y 203 hinchas de Matienzo. La temperatura era de 30 grados. Y viento hu-ra-ca-na-do (huracanado posta, con twister tormenta de tierra y todo) a favor nuestro en el PT, en contra en el ST. El arbitraje de Arredondo fue un cachivache localista.
22 noviembre 2010
14 noviembre 2010
Capítulo 7P: "Por la cornisa"
Santa Rosa caminó un rato largo por la cornisa. Dio saltitos, pero no logró subirse arriba del techo. Tropezó, pero no se cayó. Está ahí.
**
Luego de un comienzo paja, el partido se nos quiebra con la expulsión de Pepe. Un codazo de esos que siempre se tiran de caliente, cuatro o cinco por partido, y que casi nunca llegan a destino y por eso pasan sin que nadie los note. Pero Vidales Sosa no esquivó el hueso y se lo comió. Qué le vamos a hacer.
Tío Pumba, que tiene un optimismo impermeable, valorará luego la situación: "En ese primer tiempo, específicamente en esa media hora que Matienzo jugó con uno más y superviento a favor, ahí estuvo la gran oportunidad para noquearnos. Nos dejaron vivir. Tal vez el domingo que viene se arrepientan".
"Además -dice- el arquero Bótox está tan preocupado por boquear todo el partido que en algún momento se va a distraer con su discurso y se va a mandar un moco feo". Contamos con eso.
**
Santa Rosa jugó un poco mejor, y un poco peor, el segundo tiempo. Se entusiasmó y ganó tiempo y distancia con el viento a favor. No tuvo chances claras claras, pero tuvo dominio del balón y del territorio. Quedó expuesto tres veces a la contra abierta, en dos nos salvó fantásticamente Vaca Urigüen y en la otra el señor de Matienzo quiso picarla y el viento la desvió. Juá.
Mucha gente corrió mucho y le puso el cuerpo a una situación compleja pero no nos cerraban los números. Gran partido del medio de Matienzo, corriendolas todas, metiendo tapones que ensuciaban las jugadas y nos imposibilitaban los traslados y las recepciones. Ahí hay algo que tenemos que resolver.
Nos sacaron nueve amarillas y Papá de Milton tenía miedo. Tarde o temprano alguien va a dar una murra sin querer y si quedamos nueve contra once estamos fritos. Pero no pasó. Seguimos ahí, en la cornisa.
***
El domingo que viene, ganar por cualquier resultado equivale a pasar de ronda. Nos queda a mano. No es muy difícil, ni siquiera sería una hazaña, es más bien algo natural que iremos a buscar con tranquilidad y aplomo.
El Torneo Mayor se ganó un poco de visitante, en Abramo y en la Spinetto. Con Coqui y con camiseta blanca.
El domingo que viene, todos a Luiggi.
***
Abrazos.
Santa Rosa 0 - Matienzo de Luiggi 0
El albo formó con Urigüen; Stork, Francia, Calvente y Fabricio Pérez; Lezcano, Metz y Sayago; Wagner; Abrigo y Díaz. En el ST entraron Angel González, Walter Nicollier y Mario Epinal. Había 284 hinchas de Santa Rosa y 68 hinchas de Matienzo. La temperatura era de 19 grados, pero engañaba: culpa del viento hacía mucho frío en las tribunas. Un viento huracanado que iba hacia el lado de la Ameghino, en contra nuestro en el PT, a favor en el ST. El arbitraje de César González fue inobjetable. En un partido nada fácil desde el principio, con muchas jugadas muy finitas, no cobró mal casi nunca, no cometió ningún error importante y mantuvo la calma todo el tiempo. Ríanse del pituco, pero es un árbitro que tal vez está para otro nivel.
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Luego de un comienzo paja, el partido se nos quiebra con la expulsión de Pepe. Un codazo de esos que siempre se tiran de caliente, cuatro o cinco por partido, y que casi nunca llegan a destino y por eso pasan sin que nadie los note. Pero Vidales Sosa no esquivó el hueso y se lo comió. Qué le vamos a hacer.
Tío Pumba, que tiene un optimismo impermeable, valorará luego la situación: "En ese primer tiempo, específicamente en esa media hora que Matienzo jugó con uno más y superviento a favor, ahí estuvo la gran oportunidad para noquearnos. Nos dejaron vivir. Tal vez el domingo que viene se arrepientan".
"Además -dice- el arquero Bótox está tan preocupado por boquear todo el partido que en algún momento se va a distraer con su discurso y se va a mandar un moco feo". Contamos con eso.
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Santa Rosa jugó un poco mejor, y un poco peor, el segundo tiempo. Se entusiasmó y ganó tiempo y distancia con el viento a favor. No tuvo chances claras claras, pero tuvo dominio del balón y del territorio. Quedó expuesto tres veces a la contra abierta, en dos nos salvó fantásticamente Vaca Urigüen y en la otra el señor de Matienzo quiso picarla y el viento la desvió. Juá.
Mucha gente corrió mucho y le puso el cuerpo a una situación compleja pero no nos cerraban los números. Gran partido del medio de Matienzo, corriendolas todas, metiendo tapones que ensuciaban las jugadas y nos imposibilitaban los traslados y las recepciones. Ahí hay algo que tenemos que resolver.
Nos sacaron nueve amarillas y Papá de Milton tenía miedo. Tarde o temprano alguien va a dar una murra sin querer y si quedamos nueve contra once estamos fritos. Pero no pasó. Seguimos ahí, en la cornisa.
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El domingo que viene, ganar por cualquier resultado equivale a pasar de ronda. Nos queda a mano. No es muy difícil, ni siquiera sería una hazaña, es más bien algo natural que iremos a buscar con tranquilidad y aplomo.
El Torneo Mayor se ganó un poco de visitante, en Abramo y en la Spinetto. Con Coqui y con camiseta blanca.
El domingo que viene, todos a Luiggi.
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Abrazos.
Santa Rosa 0 - Matienzo de Luiggi 0
El albo formó con Urigüen; Stork, Francia, Calvente y Fabricio Pérez; Lezcano, Metz y Sayago; Wagner; Abrigo y Díaz. En el ST entraron Angel González, Walter Nicollier y Mario Epinal. Había 284 hinchas de Santa Rosa y 68 hinchas de Matienzo. La temperatura era de 19 grados, pero engañaba: culpa del viento hacía mucho frío en las tribunas. Un viento huracanado que iba hacia el lado de la Ameghino, en contra nuestro en el PT, a favor en el ST. El arbitraje de César González fue inobjetable. En un partido nada fácil desde el principio, con muchas jugadas muy finitas, no cobró mal casi nunca, no cometió ningún error importante y mantuvo la calma todo el tiempo. Ríanse del pituco, pero es un árbitro que tal vez está para otro nivel.
11 noviembre 2010
Capítulo 6P: "El día en que mueren las palabras"
Resumen de Luiggi retrasado.
Partido choto, no muy choto, resultado choto, clasificados, puesto 6 de 8 posibles.
Un puesto mentiroso, porque Santa Rosa está como mínimo entre los mejores cuatro de la provincia y así lo va a demostrar.
Y por esta vez nos dejamos de joder con análisis y crónicas. Vamos a llegar a la final del Bailando.
Pongamos algo bien arriba, dijo Tío Pumba, y puso un cassette de los Erasure en el Torino azul.
¿Vieron cómo el tipo chapotea en el agua? ¡Así hay que ir a trabar las pelotas! Esto te llena el corazón de energía y actitud positiva.
Y viendo el video notamos dos cosas. En un momento -que pasa como un flash-, el video muestra una camiseta del Club Santa Rosa, de espaldas, con un número raro. ¿Cuál es ese número? También a lo largo de la letra se nombra una sola vez a un jugador de la Liga Cultural ¿Quién es ese jugador?
Si te das cuentas de las dos cosas antes del sábado, poné un comentario con tu mail y Milton te regala una camiseta nueva del club para llevar el domingo a la cancha. No hay ayudas, y ambas respuestas tienen que ser exactas.
Abrazos y nos vemos en el Mateo! Vamos a ganar! aú, au, aú!
Partido choto, no muy choto, resultado choto, clasificados, puesto 6 de 8 posibles.
Un puesto mentiroso, porque Santa Rosa está como mínimo entre los mejores cuatro de la provincia y así lo va a demostrar.
Y por esta vez nos dejamos de joder con análisis y crónicas. Vamos a llegar a la final del Bailando.
Pongamos algo bien arriba, dijo Tío Pumba, y puso un cassette de los Erasure en el Torino azul.
¿Vieron cómo el tipo chapotea en el agua? ¡Así hay que ir a trabar las pelotas! Esto te llena el corazón de energía y actitud positiva.
Y viendo el video notamos dos cosas. En un momento -que pasa como un flash-, el video muestra una camiseta del Club Santa Rosa, de espaldas, con un número raro. ¿Cuál es ese número? También a lo largo de la letra se nombra una sola vez a un jugador de la Liga Cultural ¿Quién es ese jugador?
Si te das cuentas de las dos cosas antes del sábado, poné un comentario con tu mail y Milton te regala una camiseta nueva del club para llevar el domingo a la cancha. No hay ayudas, y ambas respuestas tienen que ser exactas.
Abrazos y nos vemos en el Mateo! Vamos a ganar! aú, au, aú!
05 noviembre 2010
Gente desconfiada
Si no le creen a Papá de Milton, lean esta nota, en la parte en que el periodista le pregunta: "Y Kirchner en qué posición jugaba?.