29 mayo 2010

Charlas del buffet, semana 12

Con el plantel licenciado, nos perdemos el entrenamiento clásico de los martes a la siesta.

Vamos entonces por la ruta 5 a cumplir la promesa. Acá empezó todo, acá vimos tantos partidos en el peor momento del Club, acá vimos luchas por el ascenso y también vimos los primeros partidos del campeonato 2003, acá se ganó el torneo de la B en esa tarde lluviosa de Unión y Amistad con Campos. Entonces, la promesa fue que veníamos acá a patear unos tiritos entre nosotros. Ataja el hincha loco de Santa Rosa, Tío Pumba y Papá de Milton patean.

En general, Papá de Milton le pega fuerte y desviado, Tío Pumba despacito y bien al medio, así que el arquero tiene poco trabajo.

Mientras tanto dialogamos sobre cosas varias. Papá de Milton cree que está bien que All Boys haya terminado primero. Nos conviene no partir como candidatos, ir de punto y no de banca. Así empezamos, así tenemos que seguir. Tío Pumba también dice que está bien perder algún partido cada tanto para no creérsela mucho, si es un partido inofensivo como el del Domingo mejor. Milton piensa qué pensará la gente de Winifreda si nos llega a escuchar decir estas cosas.

También llegamos a otra conclusión: Rambur y Francia pueden faltar, cualquiera de ellos, pero no los dos al mismo tiempo. Si no se nos arma quilombo.

Luego hablamos de incorporaciónes. Quiruleff de Germinal: no lo tengo, dice Papá de Milton. "Juega bien", dice Tío Pumba. Ajá, luego, Eliazer Días, ex All Boys, de Guardia del Monte. Está bien, ahí coincidimos los tres. Nos queda uno más y todos quieren a Saffeni. Muy bien, Saffeni anda bárbaro, pero acá también coincidimos en que estaría bueno ir por un volante de marca o carrilero, ahí en el medio nos falta un poco de gente. Pero hacemos un censo mental de los disponibles y no sabemos quién podría ser. Morettini tal vez, pero se va a otro club. En fin, veremos.

El sol se pone y ya hace mucho frío. Es lo último que hacemos acá, ya seguimos viaje para Buenos Aires. La semana que viene viajamos a Sudáfrica y vamos a estar trabajando allá pero vamos a poner alguna cosita en los ratos libres. Con partidos no hay problemas, tenemos un pase dorado universal para estar ahí al lado de los carteles.

Último tiro, la lleva Milton, se hamaca en diagonal, amaga salir y elude a Papá de Milton, mete caño a Tío Pumba, la tira de emboquillada por encima del Hincha Loco de Santa Rosa, la pelota va un poco alta, pica y golpea el travesaño del lado de abajo, pega en la línea y entra.

Abrazos.

23 mayo 2010

Capítulo 12: "Entretiempo"

El rival clásico de Santa Rosa es All Boys, pero Santa Rosa juega con una camiseta que es leve variación de la de All Boys de Floresta, que también es el albo.

All Boys y Santa Rosa juegan con casacas marca Balonpié.

Balonpié es la empresa del arquero de All Boys: no de nuestro amigo Bartel, sino de Nicolás Cambiasso.

Ayer, el otro albo demostró otra vez que es de primera. Y el otro All Boys también.

***

Mientras tanto, nosotros no teníamos nada que demostrar.

Lo nuestro es un apostolado, dice Papá de Milton mientras vamos comiendo tortas fritas en el Torino Azul de Tío Pumba, esta vez casi faltamos. Pero también es un gusto, venir acá, jugar tranquilos, mientras en Santa Rosa juegan a la ruleta rusa. Dadas las circunstancias, una gran cantidad de gente ha llegado hasta Macachín a ver un partido que a nosotros nos parece muy incómodo, no nos gusta mandar a nadie a la B al tiempo que para nosotros no se juega nada, no sabemos si estos goles se festejan o no.

***

El partido arranca bien, con algunos balinazos. El más importante de esos es el pase ollero que lo deja a López Alduncín solo frente a Urigüen, a un toque del gol, todo el mundo queda a traspié. Ese fue el primero que le permite a Macachín cumplir su plan A: ganar. Por supuesto, no tenían un Plan B.

Con el gol arriba Macachín seguirá respetando a Santa Rosa, y nosotros, jugando en piloto automático. Es difícil decir cosas sobre el partido de ayer, tal vez el resultado más justo para el primer tiempo fuera un empate, pero diez minutos antes de que termine otra vez López Alduncín se hamaca en el área y la cruza, mete dos por cero. Está bien, no dijimos nada.

No será Santa Rosa quien se queje, en este campeonato, de la mala suerte.

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También nos toca agradecer que Chicote haya arbitrado en este partido innecesario, y no en otro. Y aún así, nos deja con dos jugadores suspendidos, muy inmerecidamente sobre todo en el caso de la pequeña zancadilla de Ariel que lo manda a vestuarios en el PT. El caso de Ibanbargoitía, hacie el final, fue el otro que ya hasta estábamos esperando.

En Santa Rosa aprovechamos para ver algún chispazo con Walter y algo de Guiñazú, para ver otra vez a Angelito González y un ratito a Abaca, jugadores que vamos a necesitar sacar el Banco en algún momento en lo que viene. Salvo López Alduncín, su match consagratorio, Macachín ayer no jugó del todo bien, y termina zafando un poco por el fixture: tuvo la suerte de meter los goles y de que Santa Rosa jugó con baterías bajas, miras torcidas y pocos incentivos fiscales para darlo vuelta.

Un segundo tiempo aburrido que nos sorprende oyendo otras radios y viendo cómo Belgrano se queda afuera ("afuera de todo", dirá Coller, algo que le encanta subrayar), y Milton creyendo que eso nos conviene, porque Belgrano es el equipo al que menos nos gustaría reencontrar en el Mayor.

Diez minutos antes del final, tercer gol de Macachín, un centro que boyó hasta el medio para que el delantero rojo la toque y se quede bien convencido de que está afuera de la B, luego de haberse quedado con el callo bien formado de haber sido cola casi toda la segunda ruega.

Y eso fue todo, no da para más. Nosotros contentísimos a la vuelta: Santa Rosa logró primero que nadie lo que todos querían y eso vale más que la irrelevante posición final en la tabla. Despuués: adiós Macachín, so long Belgrano, so sad Winifreda.

Nosotros nos volvemos a vestuarios, al entretiempo, pero se nos va a hacer cortito, es más, fíjense qué rápido pasó todo hasta ahora. Abrazos.

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Macachín 3 - Santa Rosa 0

El albo formó con Urigüen; Alanís, Calvente, Fabricio Pérez, Ibanbargoitía; Walter Nicollier, Guiñazú, Gabriel Sayago; Abrigo, Susvielles y Lezcano. En el ST ingresaron Ángel González y Ferreyra y Ezequiel Abaca. El partido se jugó en la "Bombonerita Roja" de Macachín. Había 229 hinchas en el sector local, 136 en el sector albo. Frío, 13 º. Nuestra reserva ganó cinco a cero y estuvo a minutos de pelear el campeonato, pero Belgrano, la puta madre, ganó agónicamente. En primera arbitró Chicote, y está todo dicho.

21 mayo 2010

Charlas del buffet, semana 11

Volvemos a las tribunas del Mateo. Momento de relax y esparcimiento. Tío Pumba y Papá de Milton intentan charlar un rato. "Pfaospd grum psoko polo", dice Tío Pumba, que tiene una pústula en el paladar y no puede hablar muy bien.

Papá de Milton piensa en los líos del domingo. No tienen que repetirse, dice. Hagamos las cosas bien.

Luego hablamos del partido que viene. Hay que jugar para ganarlo. Y tener cuidado con Chicote, que todo termine sin bajas que arrastremos para el Mayor. En fin, veremos la forma de estar en Macachín con el Torino azul, aunque no se juegue nada es nuestro deber estar en esta etapa final para decir gracias y misión cumplida.

Milton propone que elijamos a la figura del campeonato. Papá y Tío lo retan. Primero, dicen, el campeonato no terminó, faltan siete partidos, los más importantes. Segundo, nunca como antes está tan claro que el héroe es el héroe colectivo, el grupo humano.

Entonces pensamos en elegir el gol más importante del albo de estas primera doce fechas. Nos ponemos muy rápido de acuerdo: el gol más importante fue el de Ariel a All Boys en la Spinetto, un gol raro, soft ball de lanzamiento lento, pero inatajable al mismo tiempo, una inyección de autoestima para sacar pecho en un partido muy chivo. Todo hubiera sido muy distinto sin ese triunfo superclásico, en el partido uno. Perder ahí hubiera sido devastador; no ganar, decepcionante.

Tema final: All Boys o Belgrano. Miramos la libreta de Tío Pumba que corre unas simulaciones en el Excel. Anota en un papelito el resultado más probable para ese partido: tres a uno.

Sí, claro, pero quién va a ganar, le preguntamos. Ah, no, adivinar el ganador es otro precio, nos dice.

Miramos el césped y pensamos, qué rápido se nos fue esta parte. Faltan como dos meses para que nos volvamos a encontrar acá y haya fútbol de primera. Nos damos un gran abrazo, y nos despedimos por un ratito del Mateo.

Hace hoy, exactamente 999 días que volvimos, y no nos vamos más.

17 mayo 2010

Capítulo 11: "Pasar de pantalla"

Tremendo recibimiento al albo, luego de la arenga de Tío Pumba a los plateístas. Colorado y emocionado, les dice: “verá nuestros cañones, sentirá chocar nuestras espadas, olerá nuestro sudor, y el enemigo sabrá de nuestro enojo”.

Bueno, esa es la arenga de Piratas del Caribe, pero más o menos la idea se entiende.

***

Después de lo cual el partido empieza y Belgrano empieza a jugar muy bien. Mérito de ellos. Miren esto, lo que pasa a los doce minutos. Léanlo en voz alta.

Hay corner desde la derecha para Belgrano. Cabecea Seip, travesaño, pica en la línea, Morettini patea, el Mono saca en la línea, al medio del arco, le queda a Nani Muñoz que patea y pega en el palo izquierda, Guerra le pega mordido y Alanís saca en la línea, Constantino le pega con la rodilla y la pelota vuelve por donde vino, pasando por toda la boca del arco a media altura, a treinta centímetros del gol sin que nadie acierte a pegarle, mientras el Mono sigue tildado mirando el poste, y la verdad es que en ese momento todo el mundo se mareó y nadie sabe donde está la pelota. Todos se miran entre ellos, hasta que el árbitro mira al línea y pita nuevo corner.

No fue gol.

Mas allá del susto, Santa Rosa ajustó las marcas y empezó a jugar. Ya fue otro partido y Belgrano tuvo también sus problemas. Alguna chance de gol neta, cierta lentitud de ellos atrás, muchos fules a favor nuestro. El partido, en fin, estabilizado.

Pero pintó zona de tormentas, en dos tiempos. Primero, ante un avance de Belgrano Constantino sale a cerrar y choca con Guerra que venía lanzado. El tobillo le duele como la concha de su madre y tiene que ser cambiado por Epinal.

Segundo, aparece el monstruo del videojuego, Nani Muñoz, como no lo esperábamos, de cabeza, la peina y va arriba, nada que nadie pudiera hacer para evitarlo, un dolor de huevos en el último minuto del primer tiempo.

Y todo muy feo parece de pronto: si hay un equipo que puede manejar resultados, ese es Belgrano.


***

A pesar del golpe, Santa Rosa vuelve al campo con actitud y confianza. Se acomoda mejor y abre el juego mostrando todas sus cartas de ataque. Belgrano jugará un segundo tiempo malo de mitad de cancha para arriba así que el partido queda en zona de descuento. El sol brilla luminoso.

A los 17 minutos, un pase hondo y raro de Lucas Francia encuentra a Ariel picando, ganándole en velocidad a Nicolás Muñoz, apreta el cuadradito y la cruz, define de primera otra vez sobre el arquero, una marca registrada de la casa.

Con el empate el partido queda abotonado por un ratito. Belgrano queda muy nublado y tiene aproximaciones, latigazos, no vías de ataque limpias. Santa Rosa, como el Diablo, espera que Belgrano se equivoque con el tridente en la mano. Pero el Diablo mete la cola y Macchi expulsa a Francia por un foul insignificante, y quedamos con uno menos.

Mientras tanto, Tío Pumba escucha la radio y nos informa que All Boys le dio vuelta el partido a Germinal, después de ir perdiendo dos a cero. Eso cambia un poco las cosas en el mapa de posibilidades. Con All Boys ganando, Belgrano sabrá que si perdía ayer se quedaba afuera de todo, un escenario de catástrofe, fracaso, vergüenza, humillación, hecho aberrante, excomunión, todos esos calificativos que le gusta usar a Coller para decir que alguien perdió un partido.

Condorito se jugó no haciendo ningún cambio y los de arriba se pusieron el overol para amucharse al medio. Desde la tribuna de Belgrano se gritará gol dos veces, en dos pelotas que pasan cerca con el Mono haciendo vista, pero nada más que eso. En fin, ya estamos curtidos para los cagazos, así que todo bien. Otra vez tuvimos que explicarles nuestros sentimientos de modo gestual, mirar a la popular visitante, juntar el pulgar con el índice de la mano derecha, meter y sacar el índice de la mano izquierda.

Más allá de eso, el volumen de juego de Santa Rosa fue, en el balance, superior: jugó más durante más tiempo, podría haber ganado el partido si algo importante hubiera dependido de ello.

Pero el empate era quedar adentro. Hacia el final, la única novedad es que el resultado en la Spinetto vuelve a cambiar y todo termina en un empate. Nada, absolutamente nada, cambia con ese resultado.

***

Un dato de color del partido. En muchos momentos, nos damos cuenta que el volumen de la radio nos queda corto, que aunque lo pongamos al máximo no podemos oír a Seba Borthiry. Nos acordamos de una vez, en la cancha de la Ruta 5, éramos 32 espectadores del Albo, y Papá de Milton decía: "estamos sentados en un volcán dormido, ahora hay que tener la antorcha encendida, pero esto en algún momento va a explotar". Y bueno, explotó.

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Incomentables las increíbles decisiones de Macchi que terminan con Guerra y Rambur afuera. Hiperridículo en el primer caso, donde el delito consiste en una puteada al gran Kelo Quevedo por no alcanzarle la pelota. Trataremos de mover nuestras influencias para que el Tribunal de Disciplina minimice el impacto de estas injusticias.

También incomentables los incidentes del final, en parte culpa de la policía por no mover el orto para organizar la salida, y luego hacer una escenita de grupo comando con nueve helicópteros dando vuelta. Menos mal que fuimos caminando, si hubieramos tenido piedrazos en el Torino Tío Pumba se muere de un ataque al corazón.

También peligrosísimo el revoleo de piedras y balas de goma donde hay chicos chicos y grandes grandes. Y toda esa teoría de quién corrió a quién, parecen dos perros cachorros que juegan entre ellos. Feo todo. Mientras miramos el lío desde la gomería, piedras que van y vienen, nuestra única idea, profundamente elaborada, es decir: qué pajeros.


***

En fin, el partido se va. Aun sabiendo que no ha ganado todavía nada, el plantel de primera, y todo Atlético Santa Rosa festeja el logro colectivo de una generación que pasó largas temporadas en el sótano, y que ahora mira a todos, contenta y en su sitio, con un lugar asegurado en la azotea. Una fecha antes, sin drama alguno, no se derrotó al monstruo final, pero se pasó de pantalla, tranquilo.

Vení, decime ahora vos sos de la B.

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Qué grosso Chilavert, qué pionero que fue, cómo abrió caminos. Nuestra reserva ganó dos a uno con goles de Tachuela y penal metido por Ander. Así evitó que el Trico diera la vuelta en nuestra cancha y metió presión, si Belgrano pierde la fecha que viene y Santa Rosa gana, es campeón de la Zona Sur.

En primera el albo formó con Bruno Michelena; Pablo Alanís, Marcelo Constantino, Diego Calvente, Mario Ibanbargoitía; Mauricio Rambur, Lucas Francia, Gabriel Sayago; Ariel Abrigo, Coqui Susvielles y Gastón Lezcano. En el PT ingreso Mario Epinal. El partido se jugó en el Estadio "Mateo Calderón", donde había 429 hinchas de Santa Rosa. En la popular visitante había 214 personas. Al empezar el partido, la temperatura era de 15º, sin viento, con sol. Lo arbitró Paolo Macchi, con un error muy común entre los jueces locales: cobran mas o menos bien los fules, pero manejan las tarjetas con criterios de amonestación y expulsión ridículos. Los tres jugadores que expulsó ayer estuvieron mal echados. Hasta preferiría que cobren mal, pero sin echar gente, lo que desvirtúa los campeonatos con la cantidad de tipos que tienen que verlo de afuera. Esta gente no puede dirigir mas en primera hasta que no se les enfríe un poco la cabeza.

16 mayo 2010



Misión cumplida

¡Felicitaciones a todos y todas!

13 mayo 2010

Charlas de buffet, semana 11

De vuelta en la Laguna, dos de la tarde como todos los martes, a correr junto al plantel. Pero nosotros pegamos la vuelta antes, más exactamente, corremos desde la cancha de sóftbol hasta una mesa que está enfrente a la calesita, es todo lo que podemos hacer por ahora.

Ahí conversamos un rato de las especulaciones sobre la lista. Bueno, parece que a este mundial tampoco nos convocan, dice Papá de Milton, y para el 2014 ya vamos a estar demasiado grandes. Bueno, no tanto, vamos a tener la edad de Calderón, de Bazán Vera, tipos que están más o menos en nuestro perfil de juego y siguen vigentes, dice Tío Pumba. No tendría que haberme nacionalizado, agrega, seguro que hubiera tenido más oportunidades con mi selección de origen. Milton, la verdad, no sabe cual es su selección de origen, pero sabe que Tío Pumba tiene siete pasaportes así que en algo raro en algún momento anduvo.

La conversación nos ha agitado. A punto de desmayarse, Tío Pumba deja una pregunta picando sobre la mesa ¿En qué se parecen Condorito y Maradona? Miden lo mismo, dice Milton, pero no: Tío aclara que es por una cosa táctica, algo que, según él, usan sólo dos equipos en todo el mundo. Santa Rosa en los últimos partidos en la Liga Cultural y la Selección Argentina, que lo usó en las Eliminatorias y lo usará en el Mundial.

Como no le queda aliento para explicarnos, dice que cuando vuelva a casa y tenga internet lo va a contar en un comentario acá abajo. Y que si alguien lo adivina antes, le deja sacarse una foto con el Torino azul y lo lleva a Macachín con nosotros.

En fin, nos quedamos pensando, a Santa Rosa mal no le está yendo por ahora.

Papá de Milton comenta que ha oído a Seba Borthiry, gran relator y gran tipo, hablar de que Villa Germinal es el equipo que mejor juega en la Liga. La verdad es que los vimos en dos partidos, pero juegan bien en serio. Premio abrazo para ellos. Que estén quintos parece raro, ojalá podamos darle una mano, y que ellos se ayuden a sí mismos ganando los dos que quedan.

Milton cree que es muy probable que lo hagan. Nos queda para el final el pronóstico de la próxima fecha. En la bola de cristal vemos todo borroso, así que no vamos a apostar por nada. Sólo nos queda esta pregunta, para el final. Si vos sos Independiente, qué te gustaría más: ¿entrar al Provincial o que Macachín se vaya al descenso? Todo esto teniendo en cuenta que un provincial a Doblas le dura un mes y medio pero un descenso te da material para gastarlo a Macachín mínimo hasta 2012, año en el que ya se termina el mundo según sabemos. Papá de Milton dice que depende, que no estaría bien, pero no descarta que un gol de Winifreda puede llegar a festejarse morbosamente en Doblas. También asume que si el mundo se termina en 2012 se le va a hacer aún más difícil conseguir la convocatoria para el mundial de 2014.

Nos vemos el Domingo, Mateo Calderón Stadium, conviene ir tempranito para agarrar lugar. Quedamos para las dos de la tarde. Abrazos.

10 mayo 2010

Capítulo 10: “Oportunidad, mérito y conveniencia”


Cuando Tío Pumba está por estacionar el Torino azul en una inmejorable posición al lado del alambrado, Papá de Milton se da cuenta de que Milton no subió al auto. Habría que cruzarse toda la ciudad para irlo a buscar al Peñi, a cuatro pesos el litro, con el Torino que gasta un litro cada seis cuadras, son como noventa pesos. Entonces Papá de Milton habla con Mamá y le dice: mandame a Milton por cadete. Cuando van dos minutos de juego, entonces Papá lo espera en la esquina y Milton finalmente puede ingresar al estadio, algo que es muy conveniente porque, miren que cosa, los partidos en los que Milton no estuvo fueron estos: Doblas de local y Belgrano.

***

La cancha de Sarmiento es chica. Pero mucho más chica nos va a parecer cuando rueda la pelota y nos demos cuenta que se está jugando casi todo el tiempo del lado nuestro. Saffeni, Cristian Mora y Corcho Domínguez juegan de primera y encuentran siempre a un compañero, mientras nuestros jugadores no consiguen recuperar la pelota, sino sólo interrumpir el avance. El albo llega a jugar con línea de cinco porque Lucas Francia se ve obligado a meterse en la cueva para dar una mano atrás. Germinal queda entonces con zona liberada en el medio juego y el equipo nuestro partido en dos, incomodísimo.

No exageremos tampoco, no es que se jugó todo el tiempo al borde del área. Pero Germinal se va a perder cuatro goles claros en el primer tiempo. No digo que tuvieron eso que se llama "chances" de gol y después ves que eran un tiro que de rebote pasaba más o menos cerca, hablo de que eran situaciones de mano a mano, de atajadas a quemarropa, de pelotas que pasan por el arco de lado a lado sin que nadie la empuje, de piernas o postes que se cruzan un milímetro antes del gol, de rivales que decidieron hacer la suya teniendo un pase obvio para que el compañero de al lado la mande adentro.

Entre las pocas cosas que hubo de nuestro lado: un tiro largo que Ariel Abrigo persigue hasta abatatar al arquero que la deja corta, consigue pegarle al arco de media vuelta, va a ser gol pero el tiro -que va despacio- deja llegar a un zaguero de la villa para que la saque afuera. Retengan esa jugada.

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Cuando se está jugando muy mal, y el rival muy bien, todo lo que puede pasar es para era mejorar la situación. Entonces pasamos el entretiempo convencidísimos de que lo que quedaba era para nosotros, neto. Pero la música del primer tiempo siguió siendo la misma, tal vez a menos volumen, porque Germinal se fue cansando, y mostró algún hueco. Hubo ya chances de Coqui, momentos en que tuvimos al menos traslado y respiros largos, algún refucilo que daba a entender que había pólvora (mojada) más arriba, que había que encender la mecha.

Pero no había chispa. Santa Rosa jugó todo el partido a traspié, mal pisado y tropezando, estuvo más de una vez contra las cuerdas, pero no se cayó. Y no fue casualidad sino mérito. Porque es muy difícil que un equipo que no encuentra su juego no pierda la paciencia, no se frustre y empiece a cometer errores peores. En cambio, Santa Rosa mantuvo la concentración y no perdió el foco. Nuestro arquero marcó siempre su lugar en el área, nuestra defensa supo acomodarse al partido sin generar fules ni dejar abiertas las líneas de pase más peligrosas. Germinal empezó a depender de una genialidad para meter el gol. Saffeni la tuvo a los 35 ST, pero cuando le tocó picarla la pelota salió cuarenta centímetros por arriba del travesaño.

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Cuando van noventa, Coqui se cruza en una pelota hasta abatatar al arquero que la deja corta, la pelota va a Ariel que ahora llega antes que el zaguero. Está de frente al arco y le va pegar cómodo. La pelota entra y se envuelve con la red como un tenedor en el puré.

Tío Pumba, que está muy sensible estos días, corre cincuenta metros hasta el lugar donde los jugadores se apiñan culeándose entre ellos al festejar y prorrumpe en llanto. El arco, el lugar y la escena es igual a la del gol que el año pasado nos dio el primer gran empujón hacia el ascenso, aquel partido de Sarmiento 1 – Santa Rosa 2.

Papá de Milton ha visto el gol. Abre bien los dos ojos, mira al línea para asegurarse de que vale, y dice “gol”, mientras cierra en un puño la mano izquierda. Nada más. Le preguntamos por qué, y nos contesta: “Es un gol injusto, no tendríamos que festejarlo”.

***

Al rato, cuando el partido termine, Papá de Milton estará colgado del alambrado y revoleando una remera, mientras viva a Ariel que es llevado en andas. Le preguntamos si es no es festejar. “Sí -nos dice- pero yo festejo por el partido y festejo el equipo que tenemos”.

***

Milton cree que Papá tiene razón. Santa Rosa no tuvo culo, tuvo aplomo y actitud para soportar el mal tiempo y administrar sus dosis de maldad y proteínas para rebelarse contra el resultado aunque vayan noventa minutos del segundo tiempo. Germinal será castigado por tener la trompada liviana, y sufre un nocaut inesperado por una desconcentración menor, del peor modo, en el peor momento.

Creo que le debemos una a Germinal. Para devolvérsela, y ponerlos en campeonato otra vez, lo menos que podemos hacer es ganarle a Belgrano. Prometido.

Abrazos

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Villa Germinal 0 - Santa Rosa 1

El albo formó con Bruno Michelena; Pablo Alanís, Marcelo Constantino, Fabricio Pérez, Mario Ibanbargoitía; Mauricio Rambur, Lucas Francia, Gabriel Sayago; Ariel Abrigo, Coqui Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST ingresaron Ángel González y Mario Epinal. El partido se jugó en el Estadio de Sarmiento. Había unos 198 hinchas en el sector local, 192 en el sector albo. Con solcito, la temperatura era de 18º, sin viento. Nuestra reserva ganó cuatro a cero y hay que decirlo: pase lo que pase el domingo que viene, ha hecho un campañón, ganó los dos clásicos. Lo arbitró Paulo Arias, con ayuda de su tarro de prestobarba atado a la cintura, muy bien.

08 mayo 2010

Charlas del buffet, semana 10

Cada vez vamos más tarde con las charlas. Viernes, tribunas del Mateo, todavía no son las siete pe eme y ya está de noche.

Tío Pumba dice que tiene que hablar ur gen te con Sabino Agüero por un tema. No tenemos el celu de él, tal vez alguien lo tenga, o le avise, o de algún modo lee esto y nos escribe a miltonalbo@hotmail.com. Sabelo, Sabino, cualquier cosa que necesites estamos a tu disposición.

Luego hablamos de otras cosas. Empezó el mundial, le dice Papá de Milton a Tío Pumba. Nosotros vamos a estar ahí, pero no estamos muy entusiasmados, empezamos a pensar que vamos a estar al lado de un montón de figuretis enfervorizados y probablemente garcas. Llegamos a la conclusión de que ya nos parece un papelón llevar una bandera con nuestros nombres y con el escudo del club como estuvimos pensando. No lo vamos a hacer, es medio patético eso. Lo que busca esa gente con banderas es que la enfoquen, que sepan que han ido. La bandera es una excusa, la verdad es que la usan como una gran flecha para señalarse a sí mismos. Nosotros no tenemos ansias de protagonismo.

En fin, vamos tomando coraje, aunque nos quedáramos acá, dentro de un mes vamos a tener millones de arlequines festejando o sufriendo en las calles. Si Argentina sale campeón, la plaza San Martin explota, veinte mil personas.

Tío Pumba, muy politizado, reclama un amplio consenso partidario para la sanción de una ley general. Artículo 1, no se puede ser hincha de la selección si no viste por lo menos cuatro partidos de fútbol en el último año. "Viste", explica, significa haber ido a una cancha. Si lo miraste en tu casa, en realidad estuviste viendo una tevé, no un partido.

La ley no se va a sancionar, reconoce Tío Pumba, y yo no voy a estar acá, aclara, pero te juro que si viera a un arlequín festejando en la plaza, lo agarro del cuello y le digo: "a ver, vos, decime quien es Heber Casanova, quien es Teo Gauna, quién es Caio Becerra, quién es Jesús Andrágñez". Si no lo saben, es señal de que no han ido a ninguna cancha en los últimos cuatro años, de que no les gusta el fútbol, y no tienen autoridad para festejar. El fútbol es nuestro, no de ellos.

Como nos interesa mucho el mundial, nos interesa mucho más el partido con Villa Germinal.

Abrazos.

02 mayo 2010

Capítulo 9: “No es un casete de Jorge Corona”

...

Cuando vamos para la cancha, mientras escuchamos ba ba ba da da roma de Lady Gaga, gran elección del musicalizador de la 90.1, un tema que fanatiza a Tío Pumba y hace que le de todo gas a los parlantes del estéreo del Torino, Papá de Milton dice: estamos en Mayo, mes del bicentenario, y último mes de esta fase del campeonato. Todo lo que tenga que pasar va a pasar en Mayo. Para nosotros no hay Junio, Junio no existe.


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Noten que Winifreda, a pesar de haber perdido muchas veces, nunca fue goleado ni bailado. No es un mal equipo el que tenemos enfrente, incluso se anima y hace la primera gran jugada del partido a los cinco minutos, una pelota cruzada que pasa por enfrente del arco, y encuentra la línea de fondo cerca del poste, pero del lado de afuera del arco.

Santa Rosa no jugó bien, ni mal, sino todo lo contrario. Una vez que puso los motores en marcha, cerca de la mitad del primer tiempo, prendió la máquina de generar centros, córneres y afines. Winifreda se dejó: prefería eso a que le llegaran con avances directos en un partido abierto. Pero también es una estrategia riesgosa. Diez corneres hubo en el primer tiempo, una barbaridad. Al final, pasó lo que tenía que pasar, un error en la defensa de Winifreda en un corner, Mario Ibanbargoitía la encuentra servida y mete el primer gol de un defensor nuestro en este campeonato. Alivio y alegría, porque ya se nos estaba yendo el primer tiempo y eso ponía las cosas en su sitio.

***

El segundo tiempo por momentos fue aburrido. Aguantátelas, macho, nos decía Tío Pumba, esto es un campeonato de fútbol de primera y no un casete de chistes de Jorge Corona. Si vamos ganando y no nos ponemos en riesgo, está bien para mí.

Al rato nos sorprendemos distraídos, mirando cómo juegan a la pelota un par de chicos ahí abajo en la tribuna, cómo se traban y gambetean y patean. Chicos que están jugando de este lado del alambrado, no del otro.

***

Algún riesgo menor hubo, pero el juego fluyó de manera ordenada, con buenos partidos de Gaby Sayago y Lucas Francia (vamos a necesitar mucho de ellos en los próximos dos partidos), con oportunidades para aumentar también. Partido que queda abierto hasta que a los 30 ST el dos de Winifreda pega tremenda e innecesaria murra a Gastón Lezcano y ve la roja. Ante la baja el Depo tomará la decisión suicida, pero inevitable, de armarse con tres en el fondo y eso implica un virtual mano a mano en cada avance, de modo que el gol nuestro no tardará en llegar, tres minutos después, luego de una jugada con desborde de Ariel Abrigo y centro al medio para que Coqui empuje (aunque no es tán fácil, había que estar ahí en ese lugar exacto, había que empujarla sin pifia ni dar ahí chance para que alguien desvíe o rechace).

***

La forma en que la ventaja se obtuvo y se mantuvo nos muestra que en cancha hay un equipo capaz de ganar partidos de muchas formas. Rompiéndose el alma como fue en Doblas, o simplemente con aplomo y administración de fuerzas como ante Winifreda. Esta versatilidad es la clave de los grandes campeones, como el Boca de Bianchi. No hubiera tenido sentido que ayer ganáramos seis a cero haciendo un show de fútbol y goles.

***

Final y calorcito a pesar de ser las seis de la tarde de un dos de mayo. En otra cancha mas bien fría, All Boys ha ganado y por primera vez en el campeonato el puntero no es Doblas, y eso significa que nosotros también quedamos arriba. Por primera vez también, el albo gana dos partidos seguidos en el campeonato. Pero hay cinco equipos en tres puntos, todo muy juntito, así que cualquier cosa puede pasar en las próximas tres fechas. En fin, hay dudas, pero no van a durar mucho. Esto no pasa de mayo.


Abrazos.

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Santa Rosa 2 - Winifreda 0

El albo formó con Bruno Michelena; Pablo Alanís, Marcelo Constantino, Fabricio Pérez, Mario Ibanbargoitía; Mauricio Rambur, Lucas Francia, Gabriel Sayago; Ariel Abrigo, Coqui Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST ingresaron Mario Epinal, Walter Nicollier y Ángel González.

El partido se jugó en el Estado “Mateo Calderón”. En las tribunas locales había 262 hinchas; en la visitante, 86. Con nubosidad variable, la temperatura era de 21º, sin viento. Nuestra reserva empató cero a cero. En primera, Santa Rosa jugó con su clásica remera blanca y Winifreda jugó con una camiseta cuyo color discutimos todo el partido. Para Milton era negra, para Papá de Milton, de un azul muy oscuro. Lo arbitró Alejandro Juan, muy bien por supuesto.