Santa Rosa 4 - Unión de Riglos 1

Goles nuestros: Jesús Andráñez, 2 - Juan Abaca & Walter Nicollier

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Hola, les habla el Primo Timón, Milton está de viaje en China y el Tío Pumba tuvo que hacer así que me pidió que escribiera yo la crónica del partido.

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Estaba muy linda la tarde, parece que fue la mejor del año según mi cálculo, con nada de viento, y muchos chicos con bombo y un montón montón de papelitos que recibieron al equipo y a nuestro nuevo técnico pero viejo conocido y a las nuevas estrellas del club.

Cuando iban a patear el penal de Riglos, yo dije: "Puta, qué bien que le vendría al Mono atajar un penal".

No lo atajó el Mono, pero tampoco fue gol así que nos salvamos. El señor de Riglos que patió fue generoso y la mandó al travesaño, devolviendo la gentiliza de Fabricio, que había mandado ahí el penal que nos hicieron antes a nosotros.

Esto debe haber pasado a los 20 del PT y fue el momento más emocionante del partido, pero fíjense que había muy buena onda que nadie puteó al árbitro, todos enseguida empezamos a pensar que de una forma u otra zafábamos. Habíamos empezado ganando con un gol parecido al de Di María en la final, un rebote que dejó a la defensa de Riglos mal parada con un jugador corriendo solo hasta el arquero.

Jesús la llevó hasta más cerca y definió por abajo, bien, ojito que no era fácil, y así fuimos ganando desde el primer minuto del primer partido.

Después fue lo de los penales perdidos, la expulsión del 6 de ellos, un partido medio aburrido con varias chances para nosotros que no aprovechamos y por eso nos fuimos ganando uno a cero nada más. Pero se jugó muy bien.

Yo tenía miedo que en un revoleo nos empataran, pero eso no pasó. Cerca de los 15 min ST la metió Abaca, de cabeza, entró al ladito del palo a media altura y pidiendo permiso.

Cinco minutos después un pase largúisimo y riquelmiano de Pablito Alanís asistió otra vez a Andráñez para el tercero.

Después vino el gol de ellos, que no se vio bien desde la popu, y al final un centro atras también por bajo lo dejó solito a Walter Nicollier para que la empuje un ratito antes de que todo termine.

Ganamos, goleamos, por momentos gustamos, nos tomamos la revancha de un partifo feo y malo que nos terminó de sacar del torneo con una inesperada derrota de local, el 2 a 1 de junio.

Y eso fue todo, amigos. Nace una nueva esperanza.

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Lo bueno: Se nota que el equipo está más picante y movido, que hay más relevos y vocación por marcar. Quizá la manera más corta de decir esto sea que se puso mucho huevo. Igual no sabemos si Riglos, que jugó mucho tiempo con 10 hombres, es una referencia para testearnos, pero lo que vimos nos dejó buenas sensaciones.

Lo malo: nada que decir por ahora. Me decía el Tio Pumba que para clasificar en esta rueda necesitamos 15 puntos y tenemos tres, o sea que está el 20 % del tramo cubierto. Bien.

Lo que viene: el Sábado manifestamos; el Domingo vamos tempranito a votar; luego salimos para Macachín en caravana.