Por razones de seguridad suspendimos moto. Mientras vamos, finalmente, en el Torino Azul, a Winifreda, Milton se acuerda de la peli que había visto la noche anterior, “Tras las líneas enemigas: Colombia”. En una parte, al principio, los tipos están por empezar una operación, y el jefe les pregunta, gritando: ”¿Cual fue el último día fácil?”. Y en la tropa le contestan: “Ayer”.
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Tío Pumba trata de hacer memoria: ¿cuándo fue la última vez que jugamos sin Sabino? Tuvo que haber sido en algún momento de 2008. Le preguntamos como está. Bien, dice Tío. Quedamos para visitarlo en la semana. Accidente en la moto, fractura de tibia y peroné. Puede volver a jugar en Septiembre. Es nuestra misión conseguir que en Septiembre el albo esté jugando por algo grande.
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Con un armado raro, el equipo nuestro funcionó bien desde el principio. Entramos enchufados y en poco pasa esto: centro de Gaby al centro del área, la sacan cortito. Gastón Lezcano, que venía de atrás, la encuentra perfecta a la pasada, patea pisando la línea de cal del área grande, el arquero mal colocado y un poco tapado no tiene chance de saber adonde va. Primer gol albo de media distancia, gran alegría. Vale para recordar esto: hay que pegarle al arco.
Después de eso el partido estuvo abierto -la pelota iba y venía- pero muy cortado por faltas y centros, que generalmente eran cobrados en contra nuestra. Digámoslo: la mayoría de los fules que el árbitro cobró, fueron fules. Esto significa que de cada diez veces que cobró, 6 o 7 eran fules y los otros 3 o 4 gentileza del árbitro para el local. Así nos fueron metiendo en el área hasta que un rato después, por decantación, cobraron penal.
Lo fue a patear Enzo Furch. El dicho dice que penal bien pateado es gol.
Pero no es verdad. Furch lo pateó sin anunciar, fuerte, bajo, esquinado. Pero Bruno se jugó al lado bueno y la sacó, encima sacándola sin dar rebote. La pelota iba tan fuerte que pareció que había pegado en el palo, pero fue con las manos. Momento angelical del Mono que marca un antes y después en el partido: todo hubiera sido muuy, muy distinto si Winifreda llegaba al empate ahí, alrededor de los 30 PT.
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La semana pasada perdimos tres a cero y dijimos que no habíamos jugado tan mal. Entonces digámoslo ahora que ganamos tres a cero: no se jugó tan bien. Ordenadito, sí, pero no electrizante. Por momentos faltó la maldad que tiene que tener un equipo que va ganando para meterle más goles a un rival que no está bien. Esa maldad es necesaria para cerrar los partidos y si no la tenés, corres serio riesgo de que te empaten, y después, que te ganen encima.
El partido estuvo abierto más tiempo del que Winifreda mereció. Incluso le echaron a un jugador por boludo, a los 10 del segundo tiempo. En serio, cuando lean en la Liga vean el informe, van a ver que no dice "lo eché por protestar", va a decir "lo eché por boludo".
Parece mentira que este equipo de Winifreda, que ayer jugó tan poco y chiquito, le haya podido empatar a Belgrano estando dos goles abajo. Pero no hay mucha vuelta que darle: tuvieron ayer una mala tarde, se apichonaron con el penal errado, no tuvieron la suerte de que nuestro equipo le regalara nada para ponerlos de vuelta en partido. Porque funcionó bien nuestra defensa. Otra vez tenemos que volver a 2008 para acordarnos de un partido con Pablo y Fabricio en cancha. Otra vez, buen partido de nuestro amigo Diego Calvente.
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Al pasar el tiempo iba siendo cada vez más necesario un segundo gol. Llegó un poco después que lo que hubiéramos querido, pero llegó. Centro gentileza de Coqui Susvielles (gran jugada), metida por Gastón Lezcano para hacer doblete. Mucho tiempo espués, Walter Nicollier se pierde un gol increíble, a la misma hora y en el mismo arco en que Pocho Álvarez se había perdido un gol en la primera final de la Copa Presidentes 2006. Pero lo de Pocho fue sin arquero, y a un metro del arco. Casi al final, golazo de Ariel Abrigo para ponerle el moño, pateando con mucha maldad, con comba para que quede fuera del alcance de las manos de manotas.
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Cuando hagamos la suma de la tabla, cuando estemos sacando cuentas en un par de meses, van a valer lo mismo los tres puntos que ganaste en un partido heroico contra un clásico rival que puntos como estos tres puntos que ganamos ayer. Que son partidos que engañan porque se puede pensar que son fáciles, y no siempre lo son: pregúntenle a Belgrano. Las cosas son complicadas, el fútbol es parejo, hay que jugar con la cabeza fría: el último día fácil siempre fue ayer. Hasta mañana. Fuerza Sabino, abrazos a todos. Nos vemos contra Germinal.
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Deportivo Winifreda 0 - Santa Rosa 3
El albo formó con Michelena; Fabricio Pérez, Calvente, Constantino, Pablo Alanís; Rambur, Lucas Francia, Maidana; Sayago; Susvielles y Gastón Lezcano. En el ST entraron Walter Nicollier, Epinal y Abrigo. Muchos cambios con respecto al equipo que jugó los dos primeros partidos. El partido se jugó en el Estadio "Doctor Miguel Eloy Baldovino", de buen piso. Milton quiere hacer notar que el puente elevado por el que los jugadores ingresan al Estadio es genial, épico, parecen gladiadores que entran el circo romano. Una de las postales más lindas de toda la región. En la cancha había 241 espectadores de Winifreda, 195 hinchas de Santa Rosa. El viento fue poco. Nuestra reserva ganó 1 a 0. La temperatura era de 29º.
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