Messi, jugá bien, la puta que te parió, grita Tio Pumba desde la primera fila de la platea. Messi lo oye y, sorprendido, se da vuelta. Tío Pumba se acomoda la bufanda para que le tape la nariz, y mientras tanto, nos dice: yo lo puteo, pero lo quiero. Estamos en Kazán, siempre en viaje.
Рубин Казань 0 - Barcelona 0
El partido se jugó en el Estadio Central de Kazán, con una sistencia de 30.000 espectadores. Empezó a las seis y media de la tarde, el cielo estaba despejado y la temperatura era de cinco grados bajo cero. El Rubin jugó con su clásica camiseta morada y pantalones moradas. Barcelona jugó con camiseta amarilla como Uriburu, pantalones azules y medias amarillas. Los árbitros, pantalones negros y buzos blanco manga larga. Los dos arqueros tienen pantalón largo como el Mono Michelena. Todos usaron guantes de abrigo, menos Dani Alves.
Kazán fue fundada como puesto fronterizo de Bulgaria del Volga. Durante los siglos XIII y XIV la ciudad se convirtió en la capital del Kanato de Kazán constituido bajo los auspicios de la Horda de Oro. A partir del siglo XV pasó a ser la capital del Kanato de Kazán. En 1552 la ciudad fue conquistada por Iván el Terrible y el janato pasó a formar parte de Rusia. En 1708 se convirtió en la capital de la provincia de Kazán. Hoy tiene un millón y medio de habitantes y un equipo: el Rubin Kazan, que fue el último campeón de la Liga Rusa, y es el primer equipo que la gana y no es de Moscú. Hasta hace seis años jugaba en la B. Ahí juega el Chori Domínguez, de 10, y el Colo Cristian Ansaldi, de tres.
Al lado de la cancha quedan restos de la nevada de la mañana. Luego de que pasan por los parlantes el himno de los chanchos ("The chanchos / the chanchos") los equipos entran a la cancha. Los jugadores se ve que tienen algún tipo de aceite aislante con la que se hicieron masajes, les brilla la piel. Cuando empiecen a correr, cada uno será una pequeña pava hirviendo, escupiendo volutas de humo por la boca.
Messi tiene mucho frío, usa un cuello de tortuga azul. Piqué usa los pantalones cortos, pero abajo usa cancanes negros. Dani Alves, en cambio, juega de manga corta. Los jugadores de Barcelona mueven mucho la pelota y se juntan, pero es para no congelarse. Se nota igual que el Barcelona es mejor equipo, pero nosotros hinchamos por el Rubin Kazan. No sé qué harían ustedes si estuvieran rodeados por treinta mil tártaros que han estado chupando vodka desde las dos de la tarde, y ya son las siete.
Lo más grosso del primer tiempo es una jugada que vemos ni bien empieza, pase de Messi a Imbrahimovic, que entra sobrando y libre por el ángulo izquierdo del área, patea cruzandola, la pelota lame el poste derecho y se va afuera. Mucho más tarde, a los 40, juegada preparada del Barcelona, un tiro libro peligroso en que no patean sino que la pasan: Iniesta queda cara a cara frente a nuestro arquero, que lleva el número "77" en la espalda. Pero Iniesta le acierta al tobillo y se lo pierde.
El primer tiempo medianamente nos entretiene, pero el intervalo se nos hace largo. Tío Pumba quiere comprar choripanes, pero no hay. En una punta del estadio, un señor con una conservadora vende cervezas. Tío Pumba y Papá de Milton se preguntan para qué mierda quiere la conservadora. Papá de Milton dice: pidamos café, seguro que nos van a entender. El señor de la conservadora no nos entiende y nos da una cerveza, bien helada, a 12 rublos. Todo cuesta 12 rublos.
Volvemos a nuestro lado, que es en la parte este del Estadio, la que no tiene techo arriba. "Está refrescando", dice Tïo Pumba, envuelto en una frazada que trajo del hotel "Giusseppe" para cubrirse. Papá tira el dato de que en Kazán, la temperatura promedio máxima del mes de Noviembre es de dos grados bajo cero.
En el segundo tiempo el partido se plantea monótono y nosotros nos tabicamos en una línea de cuatro y una línea de cinco en el medio. El Chori Domínguez queda "adelante", o sea, más o menos a la altura de la mitad de la cancha. El Barcelona empieza a pelotearnos pero sin generar jugadas de riesgo claro. Juega prolijito, por abajo. De nuestro lado solo hay pase largo que le cae al pecho a Bukharov, pero no la puede parar bien y el arquero llega antes. Irina, la novia de Tío Pumba, explica que el empate les conviene. Dice: "perdimos de visitante contra el Dinamo en la primera, empatamos de local con el Milan en la segunda, le ganamos de visitante a Barcelona, 2 a 1, en la tercera, pensábamos llegar acá con cuatro puntos y tenemos cinco si empatamos".
Un ratito después, el Barcelona se arma despelote, pase del Chori y otra vez Bukharov queda cara a cara pero Vitor Valdez llega antes, es muy rápido de piernas. Luego entra Henry, que tiene una sola que le cae de sorpresa entre las piernas y no llega a verla, pero era adentro del área chica. Después Messi le da un muy lindo pase, y Henry se cae de culo cuando intenta pegarle entrando al área.
Faltando un minuto, los rusos cantan algo así como "Chilavert, chilavert". Nuestro arquero, el número 77, empieza a hacer tiempo y Chicote le muestra la amarilla. Así, a las boqueadas, termina un partido, feo feo. Frío, frío. Los jugadores del Rubin festejan y se abrazan, los del Barcelona se van casi sin saludar, cagados de frío y un poco preocupados, si no le ganan al Inter en la próxima se les va a complicar mucho.
Nosotros tenemos que volver al hotel Giusseppe. Tenemos que tomar un trolebús que nos va a cobrar doce rublos, pero no sabemos qué línea tomar. Subamos al primero que pase, dice Papá de Milton, al menos vamos a estar bajo techo y a algún lado vamos a ir. Los rusos que están al lado nuestro siguen cantando por Chilavert. Quién nos manda a venir a Kazán, decime, quién, hacernos mala sangre.
Un par de horas espués, ya en el hotel, con una bolsa de agua caliente en el cuello, pensamos: menos mal que ganamos el ascenso en el campeonato, si no no estaríamos acá, estaríamos renegando con la ingranta Copa Presidentes.
Abrazos.
1 comentario:
Aclaro: es barato kazan, 12 rublos es como un peso cincuenta.
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