Copiamos un coso que salió en los comentarios del blog de Huracán de Guatraché porque nos interesó, lo recortamos un poco y creo que lo que dice sirve para un debate. Ahi se preguntaban cuales son los motivos por los que el Club no se conforma en un espacio de interacción social y cultural dentro de la Comunidad de Guatraché.
Veamos:
Primero y principal que el pueblo no es una isla dentro de lo que sucede a nivel nacional. El descreimiento en las Instituciones que se viene sucediendo desde los noventa a ésta parte también abarca a los clubes deportivos.
Segundo, hay una barrera/mito que dice que para ser dirigente de una institución hay que tener plata y contra esa creencia misma hay que batallar. Los clubes llegaron a una situación mucho más profunda y complicada que esa barrera, están más hundidos que el hecho de tener o no tener dinero para aportar, lo que sucede en la actualidad es que directamente no hay gente que se comprometa a trabajar, no existe el cambio generacional que tiene que tener toda institución para seguir en pie.
(...)
¿Cómo se actúa en una situación de crisis?
Para batallar contra los ciclos pobres de la institución es necesario tener conciencia de que ello puede suceder cuando el club está en los mejores momentos. Allí es dónde hay que crecer en instalaciones e infraestructura y además incorporar a los más jóvenes a las distintas tareas cotidianas. Los más chicos serán quienes actúen en los períodos de crisis y tendrán la experiencia suficiente para hacerse cargo con su energía de la falta de ánimo, o cansancio lógico, de quienes han dado todo su tiempo y vida por la institución. Vamos al punto, es fundamental la renovación de la gente sin perder los consejos de la gente con práctica y experiencia dentro del club.
En cuanto al sostenimiento económico de las instituciones hemos detectado la siguiente falla: el hecho de que los clubes se sostengan por dos o tres personas es el arma más peligrosa para la institución porque se depende de un puñado de gente que cualquier día se cansa de estar en el club quedando el resto en medio de un desierto sin saber para dónde salir.
Segundo punto, los clubes ya no se sostienen por los socios. La cuota social, primero es una colaboración mínima y atemporal que sucede casi cómo un milagro. Los clubes, sin embargo, tienen que volver a recomponer esa relación de manera ordenada y ofreciendo beneficios claros y concretos a los asociados. De esta manera el vínculo es diferente y se logra darle credibilidad a la institución lo que ha su vez abre la puerta para un posible hincha con ganas de colaborar activamente.
Tercero, miremos al mejor fútbol del mundo y veamos que los clubes en el nuevo siglo ya han dejado de ser entidades sin fines de lucro no sólo por el sistema capitalista sino también por la realidad que atraviesa a las sociedades. El Manchester United o el Real Madrid son empresas que sostienen con su nombre el negocio y así es cómo crecen. En Argentina el caso más concreto es la llegada de un empresario como Mauricio Macri a Boca Juniors, un club que pasó de cabaret a confitería París, un club en dónde los barras son parte del negocio vendiendo su propia fama de “pesados” a los turistas entonces les ofrecen en el paquete el heavy-tour entre lo que por ejemplo los japoneses tienen la posibilidad de ver el partido dentro de “La 12” con sus cámaras ultrasónicas y sin que nadie se las toque. ¿A dónde vamos con esto? A pensar que una posible salida para el sostenimiento económico e institucional es que los clubes tengan lugares generadores de dinero. Hay clubes en la zona de Santa Fe que tienen mutuales que prestan servicios a la Comunidad y con ello se sostienen, hay clubes que nutren su economía con boliches propios (All Boys de Trenel y, en su momento, el básquet de Independiente de Pico). La posibilidad de generar negocios como forma de sustento, además, es una herramienta para derribar el mito del “Dirigente pone plata” y puede aportar para que los hinchas se acerquen a colaborar tranquilos y relajados sin la carga de que alguien se acerque a pedirles dinero.
Estos son algunos de los puntos más destacados que hemos podido observar en las instituciones deportivas en los últimos años. Puede haber errores o diferencias y ese es motivo para la discusión que quedará abierta y que, toque los intereses que toque, siempre servirá para construir una salida por el bien de nuestros clubes.
Por Peña La Plata/BA
Creo que hay que tener en cuenta que los problemas y las alterantivas de solución de los clubes de pueblo no son muy muy iguales que las de los clubes de barrio , pero igual me gustó leer el apunte.
Y pongo esto porque quiero decir, como siempre decimos por acá, que el horizonte de problemas del club está mucho más lejos de cómo armamos el equipo para el próximo campeonato o de cuándo ascendemos.
Abrazos
2 comentarios:
a mi parecer habria que renovar los dirigentes y tecnicos del club..
hicieron muy bien en volver al mateo, en sacar a los chicos campeones pero se necesita gente nueva...
Hola ballena, gracias por tomar el texto y difundirlo. es cierto que no son lo mismo los clubes de barrio que los de pueblo, el texto si bien tenia el titulo barrio apuntaba al globo de guatrache y demas clubes de la zona, clubes de pueblo. tambien es cierto que cada club es mundo y tiene sus propios problemas.
todo lo apuntado fueron problemas que hemos visto en La Pampa siempre comparando con clubes de otras provincias. lo de los clubes de Santa Fe, que tienen mutuales con lo que sustentan toda la economia, lo detectamos via internet. La guita es fundamental, solucionar eso es muy importante para traer gente a laburar: a cobrar la entrada, pintar la cancha, atender el kiosko, inflar las pelotas, lavar las camisetas, pintar la cancha, cerrar con candado después del entrenamiento, cuidar las pelotas, darle un sanguchito a los pibes de las inferiores, conseguir pantalones y camisetas, tener una camilla a mano, etc etc etc
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