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Goles nuestros: Benvenuto (PT) W. Nicollier, Abaca (ST)
Lo grosso de la tarde: la Virgen de Luján embanderada con un trapo del albo en la tribuna.
El gilastro de la tarde: F. S., arquero de Uriburu.
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Bueno, había que ganar y se ganó.
El partido se fue acomodando solo y casi sin que hiciéramos mucho estábamos con dos jugadores más y un gol arriba. El gol de Benve no lo ví bien, y me pareció que había sido de Sabino empujando. Voy a ver si me hago revisar los ojos, aunque puede que sea lagaña. Las ballenas tenemos mucho de eso, más en mi caso que me remojo en agua dulce muy seguido y eso me saca lagrimitas.
¡Y qué rápido que es Abaca! En el segundo gol, tremenda corrida con la pelota en la que le sacó dos metros al defensor que lo seguía de atrás, antes del centro para el gordo. En el tercer gol, nada, fush, entró al área sin que nadie lo viera y pum, a cobrar. Pim, pam, pum.
No dijimos nada del gilastro de Uriburu (que viéndolo bien, no es tan mal equipo). Salame, boludín, qué querés inventar. El pavote empezó boqueando con que Abaca esta inhabilitado (mentira, es el hermano, le dijeron) y provocaba a la popu alba. Pobre, nadie le dio mucha bolilla, entonces el pibe hace como que le tiraron una piedra y se agarra la cabeza.
Fea la actitud, la gente casi se lo come vivo. Yo casi me violento, iba a entrar a la cancha a discutir pero enseguida empecé a predicar reacción positiva.
Fabricio, el Sr. Panza, Don Gustavo y otros amigos míos explicaron la situación, los jugadores contuvieron, y trataron de evitar que el gilastro pudra el ambiente. Hizo teatro como diez minutos tirado en el piso, hay que tener ganas no?
Afortunadamente nadie se enroscó con el naboleti y la cosa siguió bien, con actitud santa rosa a full. Milton, que varias veces criticó al piedrismo (además de ser feo, da yeta, sépanlo) ahora es el primero en defender a la hinchada que nunca tiró nada, que se la bancó super bien y que siguió alentando como corresponde.
Y eso fue todo, amigos.
Logramos el objetivo de clasificar, algo que -digámoslo- si no pasaba era un fracaso feo. Hoy es también el momento en que miramos para atrás y recordamos el gol de Abaca en el partido de ida con Sarmiento. La lección es esta: a veces parece que no hay mucha diferencia entre sacar cero y un punto, y entonces, cuando ya se sabe que no vamos a ganar, rifamos el partido o dejamos de correr. Pero cuando no se puede ganar, no está tan mal empatar. Y ese viejo empate en el último minuto nos deja, hoy, clasificados. Recuerdo también de Milton, con lágrimas en los ojos, para el mano a mano que Kroneberger sacó gateando y no se sabe cómo, cuando estábamos para el cachetazo en Villa Elisa.
Ey, les escribí un montón hoy. Es para compensar que la crónica del otro día fue el chat con Panza Jr.
Nada, les mando un abrazo y a vos te digo, Independiente de Doblas: no te tenemos miedo.
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PD. Milton saluda con entusiasmo el regreso del Bartel bueno. No sólo es arquerazo, tb marca bien las posiciones y arma al equipo desde atrás. Y es un histórico del club.
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