Siempre le quedan gelatinas sin romper y esos diabólicos chocolates crecen por todos lados. Toda la semana Milton ha luchado por superar el nivel 79 pero es muy difícil. Cuando finalmente lo logra son las cuatro y media de la mañana del domingo. Entonces Milton piensa, antes de dormirse: "Es una señal. Hoy ganamos".
El partido no era fácil. Cococho es un DT muy vivo y el combinado de Bahía que juega de local en General Campos es un gran equipo. Aunque sin serlo, esto que jugamos ya es el mismo Provincial, torneo cruel que hay que ganar en el forrísimo formato del ida y vuelta donde una mala tarde te jubila el campeonato.
Razonable cantidad de gente en el Mateo. El partido fue mucho más bonito que lo que hayamos podido apreciar. Santa Rosa arranca pegando temprano pero Wendy calibró mal la pistola: no aprovechará el primer golpe. Al ratito Campos está asentado: poner dos líneas de cuatro muy pegadas entre sí para alambrar el fondo y dos tipos para triangular adelante con alguien que suba o para tirarles la pelota y que se arreglen. Santa Rosa intenta desalambrar pero no es fácil, las pelotas se quedan pegadas en las púas y llegan sucias. Pero nos vamos acomodando al partido. Campos tendrá sus chances, pero no se le regala nada. Fabri y Marito hacen marca muy física y química y los laterales cierran bien.
En plena pulseada ocurre lo del remolino, a los cuatro y cuatro de la tarde. Dios nuestro señor posa el dedo sobre el área de la Ameghino y se levantan alrededor serpentinas y papelitos. El arquero se ve envuelto como una momia, y después lo sucio se limpia y sube al cielo, y sólo queda luz y paz. Milton piensa: "ahí, en ese arco, va a pasar algo. Esa es otra señal".
Y pasa. Cinco minutos en la zona del remolino Guiñazú consigue pescar una pelota y hace un pase de play para Wendy que define como si estuviera en la play. Claro que en la play es fácil y acá menos. Hay un gran alivio para el albo que se acomoda y domina bastante ahí, pero nada en la vida es fácil. Estos nos van a hacer un gol, vas a ver, dice Tío Pumba mientras se agarra la panza.
El segundo tiempo arranca con dos jugadas en las que quedamos mal parados, como en el partido que jugamos en el Turnes con All Boys. Lo que pasa es que aquellas entraron y estas no. En una hay aplauso medalla y beso para Gonzalo Domínguez, que saca una pelota de cabeza saltando sobre la línea cuando ya lo había superado a Urigüen. En la otra fue Urigüen el que estaba semitapado y adivinó un tiro a quemarropa que era un penal en movimiento y la sacó al corner. Cerca de los diez volvimos a agarrar el partido de las crines y más o menos lo fuimos llevando al trote, y la verdad es que Campos no volvió a generar jugadas claras nunca más, lo que es todo mérito de la defensa de Santa Rosa.
A los 29 pasó lo del penal, patriada de Alzamendi que aparece por el punto ciego del área para definir y es pialado desde atrás por el Negro Martínez. Inobjetable penal y Martínez se vuelve loco mostrándole a Katie Gómez una credencial para pegar sin ver tarjetas que le dio la AFA en 2002. Katie le hace notar que la letra chica dice "solo válida para jugadores de Boca en cancha de Boca" y lo hace retirar por la policía cosa que Martínez acepta como un caballero que es, reconociendo que ha pegado desde atrás sin intención de jugar la pelota y por ende le corresponde ser echado aunque no sea último recurso.
De todos modos Wendy le pone suspenso al match tirando el penal a la concha de la lora, y ojo que en una de esas Campos la mete. Pero otra vez Campos se autoboicotea cuando el 14 se hace echar por putear al referí en una jugada irrelevante y enloquecen todos. Quedan con nueve y nosotros ahí "durmimos" un poco. Papá de Milton y Tío Pumba estaban tranquilísimos pero Milton se comía los codos. No había jugadas, pero no había forma de evitar que nos tiren pelotas llovidas al área y en una de esas cantaban bingo en un centro. Y en las contras nosotros tuvimos más de una chance que pasó cerca o desperdiciamos. Lo que más temía Milton era el foul boludo y finito y que Katie o cobrara para compensar. Lo compensó cobrándonos un offside inexistente, pero no con foules en contra.
El miedo era más una sensación térmica y la pelotudez culposa de haber errado un penal (que no tiene que existir: si erraste lo erraste y no se piensa más) que peligro en el área nuestra porque Santa Rosa controló bien. Pero no hubiera estado mal meter un gol más, y quien sabe si un equipo mejor enfocado no nos la mandaba a guardar.
Se esperó mucho y sólo en la jugada final, con Campos ya vendido, Wendy volvió a tener su chance y esta vez la mandó al fondo, amargando de nuevo a los tamberos como ya había hecho jugando para Atlético Macachín en la final del año pasado. Wendy termina el campeonato con 16 goles, y si Baldissoni no mete ninguno será el goleador del Norte.
Así termina el albo, saltando en ronda.
Nadie daba un peso por nosotros, después arrancamos muy bien, después nos agarró la depreneta luego de no ganar el apertura, y la tarde que todo cambió fue esa vez que no nevó en el partido que jugamos contra Doblas y conseguimos recuperar un puesto en el podio, acorde a nuestra historia y condición de grande de la ciudad.
Ahora volvemos a jugar el provincial, dentro de un mes, torneo que nos perdimos en 2011 y 2012. Va a ser difícil pero a la vez no es imposible, y es un poco como ayer, y un poco como el Candy Crush, si lo jugás mucho alguna vez lo vas a ganar. Va a ser más dificil, como siempre que pasás de pantalla, pero para eso es que uno juega.
Nos vemos el 29 de septiembre, donde el futbol nos vuelva a convocar.
Felicitaciones y abrazos!