Hola muchachos.
Les quiero dar las gracias por el apoyo de los verdaderos hinchas del albo, tambien a todos los jugadores que pasaron en estos cuatro años y pico que duro mi proceso de tecnico del club de mis amores, a los dirigentes que siempre me bancaron, a mis amigos TURLY, profe TORRES , Alejandro COSTABEL, Mauricio RAMBUR, MARCELO el masajista y a mi familia especialmente.
GRACIAS POR TANTO, PERDON POR TAN POCO.
CONDORITO VILLEGAS
11 julio 2012
(F) Vos andá al medio
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Bueno, Milton tuvo problemas y no pudimos contar de todos los partidos que vimos: un final con dos empates, una victoria y una derrota, para una campaña final de 6 ganados, 5 empatados y 7 perdidos.
El partido de Acha donde tuvimos la desgracia de lo que pasó con Segurado, una jugada de mala suerte, de la que deriva el enquilombamiento del partido lo cual aparte de dejarnos con uno menos nos desenfocó del juego. Una lástima, la jugada en sí no fue hecha con mala intención, y fue un mal momento para todos, nos dolió en el alma ver al chico de Acha.
Después nos tocó el partido contra Macachín en el Mateo. Nos faltó juego y nos ganaron sin hacer mucho ellos tampoco. Ese fue uno de los problemas de la campaña de este año, donde ganamos pocos partidos de local. Fue 3 a 1. Siempre pensamos qué error que cometimos en el último paritdo de la fase regular de 2010 de no haber mandado a Macachín al descenso, nunca nos lo supieron agradecer.
De ahí saltamos al partido del Estadio Municipal donde el Che jugó picantito, sacando del juego en la primera jugada del partido a Martín Montigni mas la patada en la cabeza que le pegaron al final a Pablo Nicollier, fuera de ello todo muy cordial y armonioso, pudimos haber ganado por más y terminamos sufriendo luego de la expulsión de Fabricio. No fue un gran partido pero nos permitió tomar aire para llegar al final del campeonato sin problemas con el descenso.
Resolvimos "nuestra situación" con una victoria en la cancha de All Boys (lástima que no era All Boys el rival no), los cuatro goles de Baldissoni para Penales 1 - Santa Rosa 4, un resultado algo exagerado por cómo se dio el partido pero que nos dejó en la zona cómoda e incómoda a la vez de no tener que preocuparnos por nada en el último partido.
Y así volvimos, esperemos que no por última vez en el año, al Mateo. Era un ritual, obviamente eramos muy pocos, Milton y Papá de Milton y Tío Pumba vieron el partido con mucho entusiasmo y reclamandole fules al árbitro en todo momento, y en esos reclamos no había indignación sino nostalgia y un poco de haberse quedado con las ganas de estar en más partidos. Fue un amargo cero a cero con muchas murras y algún sofocón, y chau Liga 2011.
Pero bueno, fue lo que fue. Nos faltó un poco de suerte (tiene razón Baldissoni cuando dice en el diario de hoy que en los dos partidos de Winifreda sacamos 1 de los 6 puntos que merecimos sacar, y esa diferencia de 5 fue fatal), tuvimos algunos momentos buenos (partido con Doblas allá, el partido con Campos en el Mateo Calderón, el primer tiempo con Winifreda allá, que parecíamos el Barcelona) y muchos pobres (la primera ronda sacamos 11 puntos, la segunda 12, medio parejito fue).
Al final quedamos al medio de todo, lejos del descenso y lejos del ascenso.
Y un poco pinchados, claro. Capaz había para más pero nosotros siempre estuvimos, en las buenas y en las malas mucho más. Ahora esperamos por la Copa Presidentes -siempre hay que jugar todo lo que se pueda, de eso se trata- y seguimos adelante.
Así que eso, nomás. Como dice el Señor Paulo Cohelo, "un guerrero acepta la derrota como una derrota, sin intentar transformarla en victoria".
Pero Papá de Milton y Tío Pumba quieren dejar un parrafo final de esta hoja para agradecer mucho a jugadores y cuerpo técnico. Nos pasó de todo -lesiones, desapariciones, mal de ojo- pero ellos siempre estuvieron ahí. Nosotros estábamos tomando mate calentitos y a cien metros los jugadores estaban entrenamiento tras entrenamiento corriendo alrededor de la cancha, al frío polar de mil grados bajo cero, sin cobrar un peso. Todo el país sería mejor si todos fueran así. Esas cosas se llevan mejor cuando el resultado es bueno y salimos campeones o vamos seguido a la tapa de los diarios, pero cuando eso no pasa el sacrificio vale el doble, porque se hizo, está claro, por el amor a la camiseta.
Y entonces, felicitaciones para ellos, también ahora cuando las cosas no salen.
La aventura continuará.
Abrazos,
Milton.
Bueno, Milton tuvo problemas y no pudimos contar de todos los partidos que vimos: un final con dos empates, una victoria y una derrota, para una campaña final de 6 ganados, 5 empatados y 7 perdidos.
El partido de Acha donde tuvimos la desgracia de lo que pasó con Segurado, una jugada de mala suerte, de la que deriva el enquilombamiento del partido lo cual aparte de dejarnos con uno menos nos desenfocó del juego. Una lástima, la jugada en sí no fue hecha con mala intención, y fue un mal momento para todos, nos dolió en el alma ver al chico de Acha.
Después nos tocó el partido contra Macachín en el Mateo. Nos faltó juego y nos ganaron sin hacer mucho ellos tampoco. Ese fue uno de los problemas de la campaña de este año, donde ganamos pocos partidos de local. Fue 3 a 1. Siempre pensamos qué error que cometimos en el último paritdo de la fase regular de 2010 de no haber mandado a Macachín al descenso, nunca nos lo supieron agradecer.
De ahí saltamos al partido del Estadio Municipal donde el Che jugó picantito, sacando del juego en la primera jugada del partido a Martín Montigni mas la patada en la cabeza que le pegaron al final a Pablo Nicollier, fuera de ello todo muy cordial y armonioso, pudimos haber ganado por más y terminamos sufriendo luego de la expulsión de Fabricio. No fue un gran partido pero nos permitió tomar aire para llegar al final del campeonato sin problemas con el descenso.
Resolvimos "nuestra situación" con una victoria en la cancha de All Boys (lástima que no era All Boys el rival no), los cuatro goles de Baldissoni para Penales 1 - Santa Rosa 4, un resultado algo exagerado por cómo se dio el partido pero que nos dejó en la zona cómoda e incómoda a la vez de no tener que preocuparnos por nada en el último partido.
Y así volvimos, esperemos que no por última vez en el año, al Mateo. Era un ritual, obviamente eramos muy pocos, Milton y Papá de Milton y Tío Pumba vieron el partido con mucho entusiasmo y reclamandole fules al árbitro en todo momento, y en esos reclamos no había indignación sino nostalgia y un poco de haberse quedado con las ganas de estar en más partidos. Fue un amargo cero a cero con muchas murras y algún sofocón, y chau Liga 2011.
Pero bueno, fue lo que fue. Nos faltó un poco de suerte (tiene razón Baldissoni cuando dice en el diario de hoy que en los dos partidos de Winifreda sacamos 1 de los 6 puntos que merecimos sacar, y esa diferencia de 5 fue fatal), tuvimos algunos momentos buenos (partido con Doblas allá, el partido con Campos en el Mateo Calderón, el primer tiempo con Winifreda allá, que parecíamos el Barcelona) y muchos pobres (la primera ronda sacamos 11 puntos, la segunda 12, medio parejito fue).
Al final quedamos al medio de todo, lejos del descenso y lejos del ascenso.
Y un poco pinchados, claro. Capaz había para más pero nosotros siempre estuvimos, en las buenas y en las malas mucho más. Ahora esperamos por la Copa Presidentes -siempre hay que jugar todo lo que se pueda, de eso se trata- y seguimos adelante.
Así que eso, nomás. Como dice el Señor Paulo Cohelo, "un guerrero acepta la derrota como una derrota, sin intentar transformarla en victoria".
Pero Papá de Milton y Tío Pumba quieren dejar un parrafo final de esta hoja para agradecer mucho a jugadores y cuerpo técnico. Nos pasó de todo -lesiones, desapariciones, mal de ojo- pero ellos siempre estuvieron ahí. Nosotros estábamos tomando mate calentitos y a cien metros los jugadores estaban entrenamiento tras entrenamiento corriendo alrededor de la cancha, al frío polar de mil grados bajo cero, sin cobrar un peso. Todo el país sería mejor si todos fueran así. Esas cosas se llevan mejor cuando el resultado es bueno y salimos campeones o vamos seguido a la tapa de los diarios, pero cuando eso no pasa el sacrificio vale el doble, porque se hizo, está claro, por el amor a la camiseta.
Y entonces, felicitaciones para ellos, también ahora cuando las cosas no salen.
La aventura continuará.
Abrazos,
Milton.