31 mayo 2009

Capítulo 10: "You're just too good to be true"

Sábado a la noche, por MSN, chatean Tío Pumba y Papá de Milton. Papá de Milton dice: es difícil ser invicto, todos te quieren ortear y te juegan como si fuera la final del mundo. Tío Pumba dice: No vas a ver grandes sorpresas, no esperes nada raro. Ganan Acha, Sarmiento y Santa Rosa. Es como si dijeras que mañana Rafa pierde con Soderling, es algo que simplemente no va a pasar. Papá de Milton dice: algunos lo ven fácil, pero el ascenso es jodido, el que pestañea pierde, estos partidos fáciles me estresan.





Santa Rosa 3 - Anguilense 0


El partido se jugó en el Estadio "Mateo Calderón" de Santa Rosa. Asistencia: 202 espectadores de Santa Rosa, 105 espectadores de Anguil. La temperatura era de 18º C y el clima estaba soleado. El viento es moderado y sopla para el lado de la Ameghino, jugando a favor del albo en el PT y en contra en el ST. Nuestra reserva ganó 2 a 0. En primera, Santa Rosa jugó con camiseta blanca de manga corta y pantalones blancos. Anguilense juega con camiseta azul francia manga larga.

Un poco antes, en París Francia, tekerematá Rafa, te ganó Sóderlin: So-der-lin. No me llegaste ni a la segunda semana, pedí cambio y ponelo a jugar a tu hermano Fidel. Papá de Milton, emocionado, busca una bandera sueca para colgarla del balcón y dice: hace cuatro años que vengo esperando que pierda este tipo. Tío Pumba, preocupado, dirá que eso es un mal presagio para los invictos, y señala el hecho de que hace seis días en este mismo Estadio lo vacunaba Germinal a All Boys.

Nuestros perseguidores, mientras tanto, pestañean. Sarmiento no le puede ganar de local a Pampero. En Acha no hay peor cuña que la del mismo palo: luego de la paliza que se comió en Santa Rosa, el débil Unión le saca empate a Campos y el partido termina en una gresca con bocha de expulsados. Bueno, ni siquiera termina, lo suspenden a los 43 ST por falta de garantías. La fecha se completa con un empate en dos en Uriburu, con Guardia.


El albo formó con Michelena; Bravo, Constantino, Fernando Gonzalez, Ibanbargoitía; Maidana, Alanís, Agüero y Sayago; Susvielles y Andrágñez.

Lo arbitró Chicote, y está todo dicho.

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El partido empieza frío. El albo juega más cortito que largo y no hay gambetas. El avance es más posicional y progresivo que flashero. El gol se mete casi solo: a los 18 minutos, un tiro libre que patea Alanís un poquito adelante de la mitad de la cancha. El arquero de Anguil recibe en su cuerpo una pelota que esperaba ver más arriba y por eso la quiere hacer picar en lugar de atenazarla. La maniobra no sale y Fernando González, que había subido para cabecear, aprovecha que estaba cerca y va a meter el pie. Le pega primero de zurda, Suárez ataja, después le pega con la derecha, se lleva la pelota puesta y el gol se parece a un try.

Los diarios dirán que hubo dos pelotas de Anguil en los palos. Una fue un zapatazo fuera de contexto que fue travesaño pero que no podía ser gol nunca. Otra, una pelota que circula molestamente por dentro del área y hace pinpón: Mono, palo, once puto, Mono, Constantino, afuera. Eso será todo el peligro que generó Anguil en todo el partido.

A los veinticinco minutos, Oscarcito Bravo se molesta con el once puto y le pega en el brazo con la punta del codo, mientras la pelota iba por otro lado. El once puto se tira agarrándose la cara, el línea puto informa, y Chicote puto lo echa a Oscarcito Bravo, dejándonos con un jugador menos por todo el resto del partido. Oscarcito lo quiere ajusticiar a Chicote, pero Pablo Alanís lo abraza como si estuviera abrazando la bomba nuclear, le da un beso en la mejilla, le dice que se vaya y Oscarcito se va, puteando bajito al línea puto, al once puto y a Chicote puto. Otro bajón, en otra jugada, es la discutible amarilla de Cartucho Maidana, que si Milton no cuenta mal es la cuarta y entonces no estará frente a Sarmiento.

Anguil no juega con mucho filo en el tenedor, apela mucho al foul, no tiene juego, Santa Rosa domina pero le falta chispa para aumentar. El chisperío llega todo en un ratito al principio del segundo tiempo. Que empieza y al minuto, gran jugada de Gaby Sayago gambeteando a dos, pase lindo a Jesús que arremete con pelota dominada, le pega y se la devuelven, la acomoda, se corre al costado, le pega otra vez, y esta vez sí, es gol. Tío Pumba anota en la libreta y tira datos. Andrágñez en el campeonato: 9 goles en 9 partidos. Andrágñez en el albo, desde agosto 2008: 23 goles en 23 partidos. Es una mezcla de Palermo con Alzamendi, dice emocionado Papá de Milton. Tío Pumba dice: no, la comparación adecuada, por juego y por físico, es con el Pampa Biaggio.

La de Gaby y Jesús fue la segunda mejor jugada del partido. Dos minutos después, Maidana hace un surco desde tres cuartos de cancha y pega un viandazo bajo que liquida el partido para siempre. Esa fue la tercera mejor jugada del partido, el gol de la consagración para Cartucho.

La mejor jugada del partido fue a los veinte minutos, la del señor pelado que devolvió la pelota. La descuelga con las dos manos, la hace picar, la calza con el empeine y le pega con delicadeza, como si estuviera cerrando la puerta de un Rolls Royce. Mientras la platea contiene el aliento, la pelota describe una lenta parábola para superar la barrera del alambrado, y el público lo ovaciona.

Entre las cinco menos veinte y las cinco media, básicamente nada pasa. Supimos que Unión había errado un penal, que en Acha no había goles, eso era lo que mayormente nos interesaba. Todo termina sin novedades y Santa Rosa anota el quinto triunfo seguido (supera así la racha de cuatro triunfos del año pasado, la que Doblas rompía en el fatídico 4-0 de la Copa Presidentes). Sigue invicto y con el 100 % de eficacia de local. El domingo que viene, sin embargo, hay una misión complicada y es de visitante: la toma del Fortín de Villa Elisa contra un equipo que se juega la última chance de meterse en la conversación. Cinco arriba de Campos, ocho arriba de Sarmiento, pero recién comienza la segunda rueda y falta casi medio campeonato. Estamos tan cerca, y tan lejos. Hay que seguir remando. Abrazos, y feliz cumpleaños, club, el martes, 86 años de gloria.

24 mayo 2009

Capítulo 9: "Este film da una imagen exquisita"

Vamos caminando al Mateo porque Tío Pumba quiere ahorrar nafta y además no aportar con la combustión del Torino azul al calentamiento global. Pero además hay otra razón por la que Tío Pumba va, otra vez, muy preocupado. Dice: veo que todos ven todo hoy muy fácil, sabés, igualito que los que iban el jueves a la Boca. Eso me da miedo, dice. Tengo miedo que nos pase como a los bosteros, después tekerematá. Nervioso, Tío Pumba se lleva un chupetín a la boca (con minúscula) y se atraganta con el palo. Dame agua, dame agua, dice, traga y escupe. Con el rostro en tono azul, me dirá luego; ves, algo tan fácil como comer un chupetín te puede traer problemas. El mundo está lleno de peligros que no registramos.




Santa Rosa 6 - Unión de Acha 0


El partido se jugó en el Estadio "Mateo Calderón" de Santa Rosa. Asistencia: 142 espectadores de Santa Rosa, 41 espectadores de Unión Acha. La temperatura era de 18º C y el clima estaba nublado, sin viento. Nuestra reserva ganó 3 a 1 y también termina la primera rueda como líder de la tabla. En primera, Santa Rosa jugó con camiseta blanca y pantalones blancos. Unión Acha juega con una camiseta blanca con rayas verticales finitas rojas como Unión de Santa Fe.

Mientras tanto, poco pasa en la provincia y en el mundo. Nada en particular en Ataliva, donde Pampero empata en cero con Unión y Amistad. Poco para destacar en París, donde Gaudio -el mejor revés de todos los tiempos, el ídolo de Papá de Milton- pierde 6-3, 6-4-, 6-1 con Stepanek y se despide de Roland Garros, de los grand slams, quizá del tenis. Milton dice que Djokovic va a ganar el torneo. Aquí, en la Villa Santillán, se juega a un solo set. Con dos empates en los dos partidos que faltan, el resto de la fecha se jugará mañana.

El albo formó con Michelena; Epinal, Alanís, Constantino, Ibanbargoitía; Montigni, Maidana, Agüero y Sayago; Susvielles y Andrágñez.

Lo arbitró Mariano Medina, muy bien.

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El primer gol es una pintura del partido. Cuatro jugadores corriendo con opción de pase, tres marcadores de Acha que esperan a ver qué pasa, Sabino Agüero recibe, ve espacio para patear y patea, el arquero, muy pegado a la línea, está demasido lejos del palo y la pelota pasa demasiado cerca como para que llegue a tocarla. Santa Rosa empieza a ganar a los cinco minutos, casi sin transpirar.

Algo del temor del Tío Pumba se justifica a los diez minutos, cuando una jugada provocada por un rebote desafortunado y un amague termina con gente pateándonos al arco desde el borde del área chica, y no es gol porque el mono tapa bien la primera y porque el flipper de rechazos que siguió terminó sin bonus para Unión Acha.

Susvielles sería el protagonista dos veces: primero a los veinte, cuando un jugador de Acha lo escupe. Serán allí expulsados el escupiente y el DT que ingresa a la cancha. Gracias a Dios, y gracias a los sanos consejos que siempre damos, nadie de Atlético se mete en la pequeña batahola que sigue.

Y otra vez más, Coqui: a los veinticuatro, desborde de Jesús para la cabeza de Coqui, una jugada que se hace mil veces en los entrenamientos y que cada tanto sale también en los partidos, acá es el dos a cero. A la vuelta, Coqui le dedica el gol al gordo Walter, presente en la tribuna.

Le pregunto a Tío Pumba si sigue preocupado y me dice que no. Que si bien se dice que dos a cero es el peor resultado, es muy claro que Unión Acha no tiene carrocería para aguantarnos el tranco. Esto es claramente así, por momentos la gente del albo tiene la pelota dos o tres minutos seguidos, y cuando la pierde es porque se aburren. Parece que se lateraliza demasiado, pero un tiqui tiqui de los varios que hubo deja a Montigni espacio y ángulo para pegarle de afuera, y le pega tan bien y fuerte que el buen arquero de Acha ni se tira, va directamente a buscarla al fondo. Van treinta minutos, partido liquidado.

El resto se juega a media máquina, a ritmo de entrenamiento. El equipo de Acha no iba a tener nunca más otra chance de gol después de aquella de los diez minutos, ni en el primero ni en el segundo tiempo. Se juega razonablemente limpio, salvo en un arranque de Sabino Agüero que ocurrirá mucho después, cuando a los 30 minutos del ST es salvajemente talado por un jugador de Acha que recibirá la amarilla. De ahí: tiro libre que patea Montigni, saca el arquero con el pie, le queda el rebote a Andrágñez y es un penal en movimiento, que convierte. Pueden ver el gol en un video que colgaron en casr.com.ar.

Ese fue el gol 99 del campeonato de la B del Norte de la Liga. Para hacer números redondos, será el mismo Jesús el que meta el gol 100, cabeceando en un corner, a los 42 minutos. A todo esto, Condorito había ya metido un triple cambio para darle minutos a los pibes -muy bien estuvo Cheché Abaca-, Medina ya había expulsado a otro más de Acha, los muertos de River ya le habían ganado a los muertos de Independiente en un partido apasionante.

Un minuto antes del final, la frutilla del postre, Jesús llega al fondo, dobla en la rotonda, vuelve y tira el centro atrás para que Peredo la empuje y meta sl sexto gol. Santa Rosa gana el set sin ceder ningún game.

Mañana, cuando terminen los partidos, reportamos los otros dos resultados. El domingo que viene empieza la segunda rueda, nos queda la mejor parte. Hasta acá, el albo se va con el 100 % de los puntos en los 3 partidos que jugó de local y con el 73 % de los puntos en los 5 partidos que jugó de visitante. El balance de los 8 partidos nos devuelve un qué lástima y un qué suerte: qué lástima que no le ganamos a Anguil, qué suerte que no nos ganó Campos. Ji Ji Ji se terminó. El domingo que viene, otra canción empieza y vamos a tratar de mantener el tono afinadito. Abrazos.

17 mayo 2009

Capítulo 8: "Es, en verdad, realmente entretenido"

Tío Pumba va preocupado a Toay, manejando el Torino Azul. Le duelen las piernas, el día anterior fue también a Toay pero a pie acompañando a su novia Irina a la peregrinación de María Auxiliadora. "Hay crisis de fe, había poca gente", dice Tío Pumba, que es ateo. Le pregunto si pidió por el ascenso. "No, me dice, por esas cosas no se le piden a la virgencita. Esas cosas se la tenés que pedir al Gauchito Gil". Deja de hablar cuando llega a una rotonda, dobla muy despacio y prudentemente, y sigue. "Bueno, pedir, rezar, prometer. Y meter goles, que no te los metan, que te echen lo menos posible, y jugar por abajo, eso es más o menos lo que tenés que hacer". Luego de un largo silencio, pone un magazin de Los Iracundos, y la música es alusiva: "El sol en el invierno muy temprano se irá / Y tú no estarás, y tú no estarás / La noche ya desciende con su manto frío sobre mí, / Ay que frío da, ay qué frío da". Empieza a llover, y llega el viento, un viento frío.




Guardia del Monte 1 - Santa Rosa 3


El partido se jugó en el Estadio "El Fortín" de Toay. Asistencia: 138 espectadores de Santa Rosa (33 autos normales, 1 combi, y 1 Torino azul, el del Tío Pumba), 146 espectadores de Guardia del Monte. La temperatura era de 10º C. Durante el partido caerá una molesta garúa, que por momentos se interrumpe, y que vuelve pero nunca se larga del todo para pasar a categoría de lluvia. Santa Rosa salta al campo con su camiseta blanca y pantalones blancos, todos con manga corta menos Gaby Sayago que tiene debajo camiseta manga larga. Guardia del Monte juega con su camiseta amarilla y roja. Según el mito, el nombre de Guardia viene de los "Colorados del Monte", las fuerzas de choque que comandara el General Don Juan Manuel de Rosas. Otro mito menos grandilocuente dice que el rojo y amarillo eran la camiseta de la Asociación Española de Socorros Mutuos que tuvo sede en Toay hace mucho tiempo.

Mientras tanto, en el predio albo de la ruta 5, Uriburu pierde con UyA 6 a 2. No se si se acuerdan que Uriburu llegó al Mateo como puntero: después de eso, se comió 14 goles en los últimos tres partidos. En Anguil, Anguilense y Pampero empatan 2-2. En Acha, Sarmiento empieza perdiendo pero lo da vuelta, le gana a Unión 2-1. Fue la fecha que más goles tendrá en todo el campeonato: 19 goles.

Un día antes, Novak Djokovic juega con Nadal el mejor partido de tres sets de la década (cuatro horas y pico) y pierde después de tenerlo nocaut en su propia casa. Mutilado por el esfuerzo, Nadal pasa a la final con Federer y ahí si, por fin la puta madre, pierde, pierde en menos de una hora y media. Te recabió Rafa.

El albo formó con Michelena; Bravo, Constantino, González, Ibanbargoitía; Peredo, Alanís, Agüero y Sayago; Susvielles y Andrágñez.

Lo arbitró César González, muy bien esta vez.

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Muy arropado, Mateo Calderón hace su ingreso al estadio con el equipo. Lleva una campera gruesa marrón, una capucha celeste que le cubre toda la cabeza menos la carita, una bufanda naranja que le rodea el cuello. Detrás de todo eso, una camiseta albinegra que apenas se le ve por debajo de la cintura. Llega hasta el circulo central, corriendo despacito. Luego Sabino lo acompañará hasta el vestuario. Ha hecho su parte, y en el entretiempo su compromiso con la causa le será recompensado con un algodón de azúcar fucsia.

A pesar del frío está lindo para jugar y, sépanlo, el que comentamos fue, minuto a minuto, el más interesante de los siete partidos que hubo hasta acá. Buen comienzo de Santa Rosa, tomando de a poco control del juego y decididamente parado en el campo rival, tirando diagonales, toque corto dentro de lo posible, con Pablo y Sabino muy enchufados para recuperar y distruibuir. Es justo Sabino quien supera la línea de zagueros en una jugada rápida y, parado desde el vértice del área grande, va a tirar lo que parece que era un centro al medio. Pero eso que tira va al primer palo y el arquero queda a contrapié, el manotazo no rechaza, es gol. A los 30 minutos Santa Rosa consigue así abrir un partido chivo.

Un ratito después, una paciente jugada que sale de un lateral deriva en un rechazo exigido de la defensa de Toay. Pablo Alanís parado en la medialuna del área grande, la calza como viene y la pelota va a ir al ladito del arquero, pero bien fuerte, bien rasante y pegadita al suelo. Semitapado, el arquero de Guardia se tira y parece que la aplasta pero se le escurre por debajo. La pelota sigue girando en cámara lenta y recorre treinta centímetros más, pasando la frontera del gol que es más imaginaria que real, porque no se ve la cal. Miramos al línea para putearlo y vemos que corre hacia la mitad de la cancha: ha cobrado gol. Pablo mete su primer gol en el año, se abraza con el banco entero. Santa Rosa pone el partido a una distancia más segura, con lo que se irá al descanso.

Guardia muestra los dientes tempranito en el segundo tiempo y a los diez minutos nos hace el primer gol de jugada del campeonato (el de Sarmiento, recuerden, fue de penal). Un clásico desborde veloz, con todo el mundo a contrapié, y delantero que llega tocando pito. 2 a 1, ojito. Pero un minuto después, vemos a Susvielles parado en el momento justo en el lugar correcto del área rival para hacer el tercer gol. Coqui ha sido decididamente la figura de la cancha: era el el que picaba en el primer gol, en el centro que tal vez tiró Sabino; era uno de los que generó la jugada del rebote que agarró Alanís en el segundo; mete el tercero, y luego mostrará gran despliegue y sacrificio para dar una mano abajo, raspando incluso en el borde del área propia cuando al albo le falte gente.

Cuando al albo le falte gente, dijimos. Porque la defensa nuestra tuvo que apelar al foul táctico y con eso nos iban pintando de amarillo, hasta que nos dieron dos manos de pintura. Así fue que González primero, y Bravo después, abandonaron la cancha. Tuvimos suerte de que esto pasara bastante tarde en el partido, 30 y 36 minutos del ST. Hubo que jugar como diez minutos con dos menos, y si Guardia nos metía un gol rapidito te encargo los pasteles. Peor aún, no teníamos un equipo apático y lento enfrente, Guardia jugó un buen segundo tiempo y tal vez mereció hacer un gol más. En todos los avances venían corriendo tipos libres marcando el pase, hubo travesaño, jugadas dudosas y pelotas al lado del palo.

La distancia fija de dos goles evitó que todo fuera más dramático, pero sólo Pablo Alanís parece captar lo importante que fueron estos tres puntos cuando grita bien fuerte "¡vaaamos!" al oír el pito final del juez. Guardia va a enredar a más de uno, y hoy zafamos: cancha brava, llovida, sin Cartucho y sin Montigni, terminando con dos menos, la cosa se resolvió al final de la mejor manera, dejando de lado que nos echaron media defensa. En el formato de triangular con obstáculos que tiene este torneo es importante ganar estos partidos, es muy importante mantener el colchoncito de tres puntos y ponerlos a interés a ver cuánto nos rinde el ahorro. Tío Pumba dice que con 35 puntos somos recontracampeones, y recién llevamos casi la mitad. Esto sigue, pero va bien. Abrazos.

03 mayo 2009

Capítulo 7: "Estos chicos son como bombas pequeñitas"




Tío Pumba va al Mateo indignado. "Terremotos, dengue, fiebre amarilla, calentamiento global, paro del campo, gripe porcina. Es inútil, el mundo se va a acabar", dice, mientras se prueba un barbijo. Pelando un chupetín, Papá de Milton lo tranquiliza. "No te dejés asustar, el miedo paraliza. Nosotros pasamos por dictaduras, hiperinflaciones, cólera, menemismo, Bush, quiebra, fideicomiso, Pundang de arquero, y acá estamos. Mirá si nos vamos a cagar por una gripe y un mosquito". "¡Somos invencibles! ¡Como las cucarachas!", dice emocionado mientras se le hincha la vena. Tío Pumba dice que, bueno, puede ser, pero si el mundo se va a acabar, esperen a que ascendamos. Y aparte, el año que viene hay Mundial.



Unión y Amistad 0 - Santa Rosa 4


El partido se jugó en el Estadio "Mateo Calderón" de Santa Rosa, aunque el local era Unión y Amistad. Asistencia: 161 espectadores de Santa Rosa (platea Susvielles y tribuna Civit), 63 espectadores de Unión y Amistad (tribuna Ameghino). La temperatura era de 26º C y el clima estaba soleado, sin viento. Es raro, ya estamos en mayo y el parte meteorológico sigue siendo el mismo fecha a fecha, algo pasa con el planeta, tal vez Tío Pumba tiene razón. Santa Rosa salta al campo otra vez con su casaca blanca modelo 2009. Unión y Amistad juega con camiseta verde, pantalones verdes, medias verdes, canas verdes.

Mientras tanto, el duelo de segundos no deja dudas de quién es candidato y quién es relleno: Campos va a Uriburu y le gana 4 a 0. En Acha, Unión y Pampero empatan uno a uno. Guardia iba uno abajo en Toay, pero mete uno en tiempo de descuento y mantiene su doble virginidad: cinco partidos y nunca ganó, nunca perdió.

Un día antes, vimos un elefante blanco, algo rarísimo; una paliza demoledora en un superclásico global, el 6 - 2 del Barcelona al Real Madrid. Miren todos los agravantes y repasémoslos uno a uno: 1) fue una goleada; 2) de tu rival clásico; 3) jugando de local; 4) empezaste ganando; 5) no fue goleada cualquiera, fue goleada con baile y el resultado se quedó corto; 6) no le podés echar la culpa al árbitro ni a jugadores lesionados de tu equipo; 7) era un partido en que se definía el campeonato. Es muy difícil que semejante alineación de planetas vuelva a pasar en los próximos cincuenta años.

Eso le pasa al Real Madrid porque no conoce la receta para evitar goleadas humillantes que sí tiene Guardavidas: jugando con tres menos y perdiendo uno a cero con Macachín, a los cinco minutos del ST lesiona a dos de sus propios jugadores y no se puede jugar más, listo calisto.

El albo formó con Michelena; Bravo, Constantino, González, Ibanbargoitía; Montigni, Maidana, Agüero y Sayago; Susvielles y Andrágñez.

Lo arbitró Paolo Macchi, muy bien en todo lo que cobró, lástima que echó a cuatro tipos de más.

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El partido empezó con lo que es una costumbre, el albo jugando a media máquina y hasta mal. Para rematarla, a los diez minutos, en un centro llovido el Mono se apoya en un delantero y el árbitro cobra penal. Con papi lo miramos a Tío Pumba para que haga el ritual del penal rival errado como en Acha y dice no, para qué, si nos merecemos ir perdiendo. Después lo convencemos, hace el ritual y funciona otra vez: la pelota se va medio metro arriba del travesaño.

El peligro despierta al equipo que ahí sí empieza a jugar (y bien). Cinco minutos después , en pelota parada, un centro que no va por arriba, va rebotando por abajo. Incómodo, Susvielles intenta algo que parece ser pegarle al arco, pero lo que no sirve como tiro funciona como pase para Ibanbargoitía, que corrige con el pie y factura por primera vez.

Santa Rosa sigue yendo y en cada ataque se abren muchas ventanas como en el windows. Un ratito después veremos el gol más lindo de los que se hicieron hasta ahora en el campeonato. Andrágñez entra gambeteando, descarga en pared con Gaby Sayago, que está de espaldas al arco, y va a buscarla pasando entre los centrales. Un segundo despues, la pelota le llega justo a Jesús para definir al primer palo sin darle chance a Kronemberger.

Antes de mover del medio ocurre la primera catástrofe para el albo. Mientras todos festejan, Montigni discute con el técnico de Unión y Amistad. La cámara de nuestro monitor se va con Andrágñez y no vemos lo que pasa. El línea si lo ve. Levanta la banderita de mierda esa que tiene y le informa al Juez. Montigni ve la roja y se arma un conato de gresca generalizada que por fortuna no explota. Todos le quieren pegar al técnico y Montigni -ya afuera- empieza a trepar el alambrado con la técnica Chotija para reingresar al ring, aunque afortunadamente no lo hace. Papá y Pumba dicen que tuvimos suerte, este chiste bien nos podría haber costado tres o cuatro expulsados más porque todos enseguida fueron al revoleo de manotazos con el pretexto de separar. Menos Coqui, que aprovechó la batahola para refrescarse con agüita.

Un rato después, segunda bomba pequeñita. Mientras la pelota iba corriendo hacia un lejano lateral, Maidana y el dos de Unión se surten a la carrera en la mitad de la cancha. El árbitro los echa y nos genera un dolor de cabeza. Cartucho no es habilidoso como Martín, pero es el cinco natural del equipo y el centro de gravedad del juego de contención del albo. Ambos estarán fuera tal vez por más de una fecha y habrá mientras tanto que hacer dos recambios inseperados en el medio. Es cierto que tal vez el árbitro podría habernos perdonado, pero algo hay en común para reprocharnos en las dos expulsiones: no nos puede pasar eso en el primer tiempo de un partido que vamos ganando dos a cero y fácil, contra el rival más débil. Estas suspensiones no figuraban en nuestro mapa, nos obliga a inventar algo para el mientras tanto (Milton propone: Alanís de cinco).

Por suerte toda la bronca se va aflojando y no hay patadas con mala leche. El primer tiempo termina como estaba y el segundo sigue como va, sin mayores novedades. El albo tiene uno menos y su armado 4-3-1 es improvisado, pero no se nota, porque Unión y Amistad no tiene polenta para empujar y hacer daño. Una vez que Santa Rosa se acomoda al juego que tiene, a partir de los diez del segundo tiempo, empieza el baile.

Un baile barcelonesco e impiadoso, con gambeta, pase, frac y sombrero. Curiosamente, sin llegadas al arco, pero un juego vistoso y huracanesco. Cuando el partido ya parece un entrenamiento, Susvielles le hace de pivot como hizo Gaby en el segundo y Andrágñez cambia el paso cuando enfrenta al arquero para meter el 3 - 0. Un rato después, Coqui arma la jugada para un nuevo cara a cara y Jesús -de nuevo figura- repite la fórmula. Pudieron ser más goles, pero eso no es lo que importa: aún con muchas cosas que aclarar, aún contra un rival descaderado en su juego, es la primera vez en el campeonato que el equipo juega "Bien" con mayúscula doble subrayado, la primera vez que todos tienen nota de siete o más puntos.

Un párrafo aparte para el público del albo. El susto del penal y la gran calentura de la expulsión a Montigni lo (nos) sacó de la apatía y la tribuna también jugó un poco el partido. Todos los goles se gritaron. El veranito de buen juego del segundo tiempo mantuvo la motivación arriba y hubo "oles" en la tribuna de José Luro, algo que no se oía en el Mateo desde el año noventa y tres. Momento conmovedor para Oscarcito Bravo que se retira o-va-cio-na-do y agradece al público con los brazos en alto. Oscarcito Bravo encarna el espíritu aguerrido y humilde del tipo de jugador que necesitamos, dice Papi. Tío Pumba delira: "Ustedes no me quieren creer", dice, "no me pregunten cómo, pero algún día Oscarcito va a hacer un gol y vamos a cerrar el estadio".

En lo que viene el campeonato será una guerra de nervios en la que Campos va a esperar que Santa Rosa se caiga y nosotros vamos a esperar a ver si alguien le puede sacar puntos a Campos y así cortarnos adelante.

Próxima fecha: nosotros nada, descanso y sopita. Pampero empatará con Uriburu, Anguilense le va a ganar a Unión Acha. No cuesta mucho pronosticar el partido de Sarmiento porque su rival es Guardia: la lógica dice que van a empatar. En lo que más nos importa por ahora, en Acha, Campos le ganará (probablemente goleando) a Unión y Amistad, y probará un ratito el sabor de la punta. Luego tendrá fecha libre, y la tenemos que aprovechar para recuperar la ventaja.

Abrazos.